Julio Velarde: “Si me designa el nuevo presidente, tendría que pensarlo por cortesía”
El mandato de Julio Velarde, como presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), concluye el 28 de julio de 2026. Hace unos días, en la conferencia de prensa sobre el Reporte de Inflación del mes de setiembre, le preguntaron sobre su continuidad en el cargo, lo que aprovechó para aclarar que su permanencia en la entidad “no depende de él en absoluto”, pero indicó que, si el futuro nuevo presidente de la República lo designara para mantenerse en la institución, “por cortesía, al menos, tendría que pensarlo”. Incluso, dando muestra de no aferrarse al cargo, mencionó quiénes, dentro de la institución, podrían reemplazarlo.
Velarde fue designado por Alan García hace casi veinte años, fue ratificado por Humala, PPK y sobrevivió al gobierno del inefable Pedro Castillo. Sería lamentable para la economía del país no seguir contando con un excelente profesional de la talla de don Julio Velarde, quien ha manejado con prudencia y visión de largo plazo el rumbo de la institución. Velarde, con mano firme, sin dejar que el poder de turno interfiriera en la política monetaria, ha incrementado significativamente nuestras reservas internacionales y controlado la inflación en nuestro país, siendo actualmente la más baja de la región. El aporte de Julio Velarde a la estabilidad macroeconómica del Perú, desde el BCRP, es hoy un modelo de gestión para los países vecinos.
Su legado trasciende lo estrictamente económico. Ha fortalecido la autonomía e institucionalidad del BCRP, imponiendo el respeto a la meritocracia e impulsando también la formación permanente de jóvenes economistas para contar con los mejores talentos dentro de la institución. La trayectoria y los méritos de Julio Velarde son relevantes por su aporte a la economía peruana y latinoamericana, así como el prestigio bien ganado por su política monetaria y gestión pública.
La semana pasada, el presidente del BCRP, en su presentación en PERUMIN, advirtió que un manejo irresponsable de la economía puede borrar en poco tiempo lo logrado en décadas. Nos recordó que, en la crisis de los años 80, la hiperinflación y la pérdida de confianza destruyeron las bases del crecimiento de nuestro país. “Para no perder todo lo que hemos avanzado no debemos repetir esos errores”. Mantener la estabilidad macroeconómica debe ser la prioridad absoluta. La predictibilidad en la conducción económica es esencial para atraer inversión. “La estabilidad es la mejor garantía para el desarrollo de largo plazo”. No podemos volver a equivocarnos.
Hoy, los que hemos manejado nuestras empresas o nuestro presupuesto familiar con variaciones de precios todos los días, agradecemos a Alberto Fujimori por estabilizar nuestra economía y a Julio Velarde por hacerle frente a la inflación. Ojalá que don Julio pudiera y quisiera mantenerse en el BCRP.
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