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Juguemos a las adivinanzas

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Madeleine Osterling
Fecha Publicación: 31/12/2019 - 22:10
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Se comprueba, una vez más, que en el Perú solo se actúa bajo presión, susto o amenaza. ¡La desidia es desgastante! Por fin, el Ejecutivo decidió ponerle una dosis de racionalidad al desastroso proceso de Reconstrucción y ha aprobado un DU que permite realizar convenios de Gobierno a Gobierno. Era un clamor mejorar la gestión y ejecución de las obras, ojalá sea tan eficiente como los Panamericanos. En su oportunidad, debió contratarse a las empresas expertas estadounidenses y canadienses, convocadas por AMCHAM, pero la soberbia del Ejecutivo de entonces, bajo el influjo de los angurrientos alcaldes y gobernadores regionales triunfó. Y luego, de fracaso en fracaso, los ha ido ganando la dejadez. Tres años después, seguido de un inmenso costo y sufrimiento de la población afectada y, ante la inminencia de fuertes lluvias en el Norte, se toma la decisión. Esperemos que el señor Almonacid (quinto director ejecutivo de la ARCC) tenga las mismas calidades profesionales que Carlos Neuhaus y sepa comprender la magnitud de la palabra: URGENTE.

Como ocurre siempre hacia fin de año, se empiezan a lanzar números optimistas. El BCR estima en US$6,100M la inversión en minería para el 2020, el Minem en US$6,300 y US$6,500 para el 2021, sin embargo, la realidad siempre desmiente este oportuno entusiasmo navideño. El MMM 2019 – 2022 publicado por el MEF, auguró que la minería crecería 19% en el 2018 y 23% en el 2019. Sin embargo, no creció nada, todos se equivocaron. A medida que transcurre el año se van haciendo ajustes y sincerando las cifras, es el mismo tonteo al que siempre nos someten.

Tía María es emblemático como en su oportunidad lo fue Conga pero, a mi juicio, correrá la misma desventura: muerte súbita, a pesar de que el ministro Liu lanzó el 2024 como fecha de entrada en operación. Es un tiro al aire en este juego de adivinanzas y promesas. ¿Quién lo recordará dentro de 4 o 5 años? Estaba previsto que el proyecto generaría 9,000 puestos de trabajo durante su construcción, que pudo iniciarse a mediados del año pasado; sin embargo, prevalecieron los intereses de un puñado de agitadores mercantilistas y la voz alzada y desafiante de Cáceres Llica.

Michiquillay es otra inversión con entorno sensible que seguramente jamás verá la luz. Southern la posterga periódicamente, sabe de sus complejidades y que es una aventura cada vez más costosa que el Minem ha decidido entorpecer con una norma que establece la Consulta Previa hasta en cinco casos, vale decir, se incide en exponer a los proyectos a interminables chantajes de las empoderadas comunidades y, evidentemente, a disminuirles valor, cuando esta consulta solo debería darse a nivel de estudios de prefactibilidad

Es una falta de respeto continuar hablando de inversión y desarrollo, pero mantener las trabas y la sobrerregulación. No podemos vivir sincerando las expectativas de crecimiento a la baja y seguir jugando con el futuro del país.

¡Muy Feliz Año!