Hasta pronto, Kaleb

La falta de empatía , la incomprensión por parte de nuestro entorno o de algunos médicos veterinarios, sabemos que no nos entenderán , es cuando iniciamos el duelo silencioso en el que no contamos con ningún tipo de respaldo. Estas situaciones pueden ser evitadas tan solo en un ámbito –y es cuando nuestra mascota enferma y hacemos todo cuanto podemos para que mejore–, sin embargo esa otra parte del equipo que se necesita para ganarle la batalla a la muerte no está a la altura de nuestras espectativas, es decir, la dejadez, la impericia o negligencia por parte de algunos veterinarios, produce el dejar de estar pendiente de su paciente, no realizar análisis, dar el alta cuando aun es muy pronto, falta de seguimiento, hasta entrar en mala praxis. Para ellos es un paciente, para nosotros es nuestro mundo, nuestra vida que vemos tan frágil y que nos puede hacer sentir tan impotentes al refutar acciones con las que no estamos de acuerdo; pero, atención, no somos veterinarios por tanto nos toca creer en ese profesional de salud quien estudió la medicina para salvar la vida animal. Es así, como inició la partida del amoroso KALEB, un felino adoptado por su tutora, quien no desea se le mencione, pues su pequeño minino falleció el 16 de julio de 2024, luego de una lucha contra un diagnóstico que de acuerdo a informes médicos y necropsia, hubiera podido sobrevivir si se actuaba con diligencia y amor a la profesión mas delicada del mundo. La carrera de medicina tanto para animales humanos y no humanos, es la que requiere de vocación, no es suficiente querer ser médico, hace falta ser investigador, psicólogo, paciente, familiar, hace falta que el médico tratante siempre se ponga en los zapatos del paciente y de su entorno familiar, pues de los médicos dependerá siempre si sobreviven o no aquellos pacientes que ya tienen un destino marcado. El caso de Kaleb con cuatro años de edad y siendo tan amado por su familia hace que se hable del duelo, pues tenemos que comprender y aceptar que para muchas personas su mascota es su familia, por lo que el duelo suele ser igual de significativo, aunque hay una mayor comprensión y aceptación de la pérdida de una mascota, todavía existe un estigma social que minimiza la importancia del duelo; es menester entender que son nuestros compañeros incondicionales, siempre a nuestro lado, no juzgan ni critican, están en el mal o buen día y el amor que nos dan nunca será igual al de ningún humano,el intenso vínculo con nuestras mascotas no se trata solo de un perro o de un gato, sino que se consideran como nuestro núcleo familiar, quien nos brinda compañía, alegría y nos ayuda a superar contratiempos en base a su fidelidad. Kaleb, no está muy lejos, pronto todos estaremos en la tierra de la fantasía, donde la vida es eterna, y nos volvemos a encontrar, mientras que en la tierra nos quedamos con un profundo dolor que debemos expresarlo, dejar que el tiempo lo gestione, sin embargo ¿acaso el tiempo manejará la conciencia de un profesional de la salud que siempre supo que pudo hacer más por su paciente?.... difícil forma de vivir. ¡HASTA PRONTO, KALEB!

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