Es la economía, estúpido
La portada de EXPRESO de hace unos días –casi un mensaje clintoniano- fue claramente premonitoria. Fracasada la segunda moción de vacancia contra el ocupante de Palacio debido a los chanchullos que infestan al Congreso, no debería resultar extraño ahora –por decir algo- que la creciente conmoción social que empieza a recorrer el Perú causada por la grave crisis económica que amenaza convertirse en estanflación (vulgo, elevación continua de la inflación y del costo de vida más recesión económica), termine por detonar la salida constitucional que se busca pero de otra forma. Empujada por y desde la calle.
Las causas del luctuoso desborde popular ocurrido en la región Junín y, significativamente, en su capital la incontrastable Huancayo, con pérdida de vidas y cuantiosos daños materiales, si bien no son del todo ajenas al fenómeno mundial provocado por la pandemia de la covid-19, la crisis financiera global y, recientemente, la atroz agresión del oso ruso a Ucrania, se agravan en nuestro país por la absoluta incompetencia del Poder Ejecutivo incapaz de implementar y gestionar políticas públicas de corto, mediano y largo plazo y, lo que es peor, de prevenir y solucionar oportunamente la conflictividad socio-ambiental que, prácticamente, afecta o paraliza las inversiones, concesiones y proyectos en los sectores productivos fundamentales para el desarrollo de la Nación. Así como vamos, lo que puede anticiparse es que las protestas y conmoción expresadas en Huancayo, crezca y se generalice inevitablemente en el territorio nacional.
Ante esta terrible coyuntura, o bien el régimen de Castillo, Cerrón y adláteres, plagado de ineptitud y corrupción socialista castrista da un drástico giro de timón enmendando el rumbo –lo que a estas alturas parece utópico- o, de lo contrario, más temprano que tarde acabará devorado por lo que sus propios mentores paleo marxistas llamaban la “Condición Objetiva”, que no es otro cosa que aquella que influye, transforma y determina el proceso material y político. En cristiano, esa condición ya está dada hoy por la crisis general en la que hunden diariamente al país y empobrecen a los peruanos. Frente a ello, toca a los verdaderos demócratas poner fin, cuanto antes, a este nefasto desgobierno. Y con la Constitución en la mano. ¡AMÉN!
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