Es hora de cerrar ciclos

Escuchamos que cerrar ciclos es determinar el fin a una situación que no nos hace feliz, porque ello nos quita nuestra identidad, valoración y amor propio, interiorizarlo en el preciso momento, es donde vale la pena cruzar de vereda, aunque no tengamos en ese instante que nos damos cuenta, las herramientas necesarias, sin duda que el primer periodo va a doler, no tengas miedo, ¡enfréntalo!, ya sabes que es parte de la vida, deja que te traspase el miedo a la frustración, al rechazo y muchos más... Date cuenta desde dónde viene el apego a lo que ya no suma, te aseguro que acá encontrarás la llave hacia la autosanación.

Cerrar ciclos, es entender ¿cómo la naturaleza lo hace?, poner un final para encontrarse con un inicio, así como lo observamos en las estaciones del año, termina el invierno para empezar el verano, con cada una de ellas con ciertas características que sabemos identificar; termina la noche para empezar el día, de la misma manera debemos reconocer en nuestra vida tenemos ciclos para cada situación por la cual vivimos y nos apegamos para no soltarlas y cerrarlas, porque tenemos carencias, heridas que mayormente son de la infancia; se nos hace tan difícil afrontar dicho dolor al trauma de ese momento, que nos sometemos al sufrimiento que nos deja desprotegidos para poner límites, hacia uno mismo y hacia el otro.

¿Podríamos tener miedo a lo nuevo? ¿No poder resistir la ausencia o soledad? ¿No poder estar solos? ¿No querer identificar qué debemos cambiar de nosotros mismos?
Cómo hacer para cerrarlos, aquí te doy unos primeros pasos para lograrlo.

1.- Lo primero es dejar ir.
Tendemos a aferrarnos a lo conocido, por más negativo que sea lo que vivimos. La costumbre es una fuerza muy poderosa que nos impulsa a mantenernos en la inercia, como si fuera más fácil soportar lo malo conocido que emprender la aventura de lo bueno por conocer.
Un ciclo se cierra cuando el proceso ya se completó y solo quedan restos del mismo. El cierre solo puede hacerse de manera consciente. Es posible que ya no haya algo a qué aferrarse, pero mentalmente seguimos conectados a ello. Dejar ir es una forma de reconocer la nueva realidad.
2.-Despedirse y hacer un balance.
Se refiere a abandonar realidades que nos hacen daño, siempre originará un duelo. Por lo tanto, es necesario permitirnos vivir esa tristeza que traen consigo los finales y despedirnos de esa realidad que está por desaparecer.
Lo mejor es repasar cada una de las vivencias que formaron parte de ese proceso. Identificar el comienzo, los momentos más relevantes y las sensaciones que experimentamos.
A partir de esto se puede hacer una evaluación de las vivencias positivas, y también complicadas, que hubo en ese ciclo. Qué se aprendió y qué no. Qué aportó a nuestro crecimiento y cómo contribuyó a nuestras limitaciones.
3.- El momento de emprender.
Todo final implica también un comienzo. Ese comienzo debe ser el foco de nuestra atención y nuestro interés.
Es normal que implique un desequilibrio inicial, pero relativamente en poco tiempo comenzará a revelar sus bondades.
Cerrar ciclos es vital para nuestra salud mental de no hacerlo, vamos a sentirnos des identificados y confundidos frente al futuro. “Necesitamos conocernos más para eso te insto tener el viaje de autoconocimiento, para que puedas avanzar en equilibrio, si necesitas ayuda para lograrlo, búscame como Zu Ghersi Instagram https://www.instagram.com/zughersi/. Programas de reducción del estrés y de inteligencia emocional con Mindfulness.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.