ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Error humano

Imagen
Fecha Publicación: 14/09/2020 - 20:00
Escucha esta nota

Quien lea Historia sabrá que ella está repleta de errores humanos grandes y pequeños, públicos y privados. No solo es la razón la que se nubla, las emociones se descontrolan y en un pestañeo consumamos algo que nunca debimos hacer. Incluso lo que creíamos normal o justo en su tiempo, juzgado a la luz de la experiencia ya no lo es. Viendo el pasado se puede llenar un cuaderno con disparates y despropósitos, se incluye aquello que debimos hacer o lo que no debimos, que tienen impacto actual.

Una pequeña decisión de segundos hace la diferencia entre ser pobre o rico veinte años después. El error siempre está allí para marcar la línea entre lo razonable y lo irracional. El problema es que la sociedad no perdona y todos tiran piedra y lodo porque juzgar es fácil. Un error importante puede cometerse en un minuto y su autor ser guillotinado por una multitud que, en su teoría, es infalible. Desde luego que si eres político, el error es sobredimensionado porque de lo que se trata ya no es solo del hecho sino de la oportunidad de destruirte. Ocurre en las artes, donde la envidia es un pan común sobre el yerro sutil.

Una santa persona conducía un pequeño automóvil y pensó si era oportuno sobrepasar al lento camión adelante sin pagar las consecuencias y las pagó porque uno o dos segundos pueden ser fatales. Así, juzgar al otro es fácil y más burdo cuando se trata de decisiones rápidas, donde la reflexión no se da tiempo frente a la turbamulta de emociones. Lolly Daskal, CEO de “Lead From Within” tiene claves para los problemas derivados del error (permítaseme estirarlos): cuando “la hiciste” reconócelo, que no sea un patrón, deja el ego a un lado (verlo juntos y comunicarnos), exprésalo sinceramente, ábrete a que es importante involucrar a todos tus descontentos.

Gracias doy, aunque suene borgeano, a mis pequeños y supremos errores, tanto como a mis más tortuosos laberintos; sin ellos no habría experiencia, crecimiento y una minúscula sabiduría, que es arena. Existen algunos, según se lee de un grupo llamado “Etcetéra”, que hablan del “errorismo” como una filosofía de vida, nada menos. ¡Ay de ti si no cometes errores! (y les doy la razón). Resumámoslos: “Errorismo es una palabra-acción, una filosofía de vida. Para nosotros, erroristas, la experiencia del error es la experiencia del conocimiento. El error educa, transforma y revoluciona”.