En política no hay coincidencias
La doctrina goebbeliana de desinformación y manipulación ha acompañado a este gobierno desde el primer día, es su forma de hacer política. Resulta inaceptable que Vicente Zeballos sostenga que la salida de cuatro ministros es una reestructuración del gabinete frente a la próxima solicitud de confianza, y que el inmenso escándalo desatado por la reunión con Odebrecht haya sido una mera coincidencia. El descaro para mentir es pasmoso, sin embargo, ha adquirido gran arte para ello. Durante una larga entrevista en Ampliación de Noticias, repitió, incansablemente, que se trataba de una reingeniería de la que ya había conversado desde hace algún tiempo con Martín Vizcarra. Se mantuvo firme en su versión, sin fisuras ni dudas, aunque a los ojos de un ciudadano cualquiera, con responsabilidad y sentido común, era evidente que nos estaba mintiendo. El lenguaje no verbal de los sorprendidos conductores también delató que sus artilugios no convencieron.
Gran reingeniería incorporar a Susana Vilca en el gabinete, brillante decisión que solo delata su inconmensurable torpeza política. Fue la primera viceministra de minas del gobierno nacionalista. Como se recordará, Ollanta Humala tuvo una campaña presidencial muy crítica contra la minería, perennizó la famosa frase “agua sí, oro no”, de la que luego quiso marcar distancia pero Cajamarca ya estaba beligerante y encendida por su empoderado gobernador regional Gregorio Santos. En noviembre del 2011, la ciudad se levantó contra la construcción de la mina, exigiendo que se declarara la inviabilidad del proyecto. Santos y Humala, ambos grandes delincuentes, uno condenado y prófugo de la justicia, otro con una situación cada vez más complicada por las recientes confesiones de José Paredes, son hoy, los grandes responsables de la lacerante pobreza de Cajamarca. Y, ¿dónde estaba Susana Vilca cuando el sector más la necesitaba? Seguramente haciendo malabares para ocultar sus vinculaciones con la minería informal.
Vilca finalmente renunció en enero de 2012 pero como su salida fue solo para cuidar las formas, la leal militante fue premiada con la presidencia del Ingemett, entidad encargada de administrar los derechos mineros del país, cargo importantísimo pero de perfil bajo, que muchos podrían considerar premio consuelo. Esta es la ministra que nos va a representar en menos de un mes en Toronto, en la feria minera más grande del mundo. ¿Cómo les irá a mentir a los inversionistas, luego de la suspensión de Tía María y las inmensas dificultades para realizar actividades de exploración? Este año tendrán que ser más creativos que nunca, pero está visto que engañar no es un problema para este gobierno.
A más inri, Vilca tiene historia de desaires a las autoridades canadienses con motivo de la ejecución del PERCAN, acuerdo suscrito entre el Perú y Canadá, a fin de mejorar la contribución del sector minero al desarrollo sostenible del país. ¡Sus credenciales son nefastas!
Si ya se apartaron siete ministros de este joven gabinete bien podría irse una octava. Control de daños, señor Zeballos, no mantenga una manzana podrida, pues podría contaminar al resto, si no lo están ya.