En medio del APEC
Por tercera vez, el Perú es sede de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). La primera fue en 2008 durante el gobierno de Alan García y la segunda en 2016, apenas iniciado el de PPK. En ambas, el clima nacional fue auspicioso y el desarrollo de la Cumbre, con la concurrencia de la mayoría de los líderes de la que es la comunidad económica más representativa del mundo, resultó sumamente positivo. Esperamos que ahora también lo sea, máxime con el agregado de la inauguración del Megapuerto de Chancay, futuro hub de Sudamérica para el intercambio comercial entre los dos continentes que comparten la cuenca oceánica de mayor crecimiento en el planeta.
Desafortunadamente, lo que sí habrá que decir es que la coyuntura en el país dista mucho de la que fue en las dos oportunidades pasadas, y solo resta pedir que la ocasional lideresa a la que le toca la papeleta de anfitriona no meta la pata, como ya lo ha hecho en más de una oportunidad en el extranjero.
Es inocultable el malestar popular que se ha ganado a pulso el gobierno de turno y que provoca que sectores gremiales y sociales pretendan manifestar su protesta aprovechando la vitrina internacional que da APEC. Ante ello, el régimen ha declarado no laborable en la capital, el Callao y Huaral los días centrales y cerrado desde antes colegios y universidades, por lo que los estudiantes harán lo que puedan con computadoras y celulares, mientras la zona de la Cumbre, por razones de seguridad, permanecerá cercada por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Más de una cumbre anterior soportó protestas callejeras y allí quedó la cosa, pero aquí el temor llega hasta Palacio y Dios sabe por cuánto más.
Lo bueno es que este foro internacional es económico y no de palabreo político, y sus principales pilares son el impulso de la liberalización y facilitación del comercio y las inversiones recíprocas. Ojalá nos traiga mucho de esos aires, ya que, si bien no tenemos duda de los sólidos fundamentos macroeconómicos del Perú —gracias al BCR y poco más—, sí las hay en cuanto a la política de promoción de la inversión privada peruana y extranjera. Si no, basta ver los tumbos para sacar adelante los proyectos mineros como el de Tía María o el continuo y colosal despilfarro estatal en PETROPERÚ, que acabaremos todos pagando.
Bienvenidos los líderes económicos del Asia-Pacífico y todo el éxito para el desarrollo de sus naciones. Por el momento, en clave limeña, nos limitamos a agradecer que la importante visita ya sirva para que hayan mejorado algunas calles y veredas de la capital. ¡AMÉN!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
