El placer culpable de matar a la inversión

No hay nada peor que un país desagradecido. Ya pocos recuerdan los US$2002M pagados por Telefónica de España por la compra de la Compañía Peruana de Teléfonos y Entel Perú. La privatización de las telecomunicaciones transformó exponencialmente el acceso al servicio, tanto en áreas urbanas como rurales. La pesadilla de 9 años para conseguir una línea fija se transformó en un proceso acelerado de 16 días. Vivíamos maravillados pero la memoria es una villana y siempre nos traiciona. Hoy, 30 años más tarde, Telefónica es quizás una de las empresas privadas más hostilizadas del país.
Las fiscalizaciones persecutorias de Sunat que se reflejaron en reparos tributarios de millones de soles, sin ningún respaldo legal, solo probatorio, (literalmente papelito manda) la han descapitalizado y puesto en una posición de desventaja en el mercado. Un Regulador imponiendo multas sobredimensionadas por el desuso de los teléfonos públicos cuando la población utiliza masivamente celulares y, la supuesta desatención de las áreas rurales. Además, la politización de los reclamos determinó consecutivos fallos en contra de la compañía, por el permanente temor de los vocales y jueces de pronunciarse en contra del Estado y los políticos, sumado a la hispanofobia que se fomenta desde el colegio, una educación cargada de relatos descabellados que hacen ver a los españoles como enemigos y opresores. Sin ir muy lejos, Castillo insultó gravemente a España y al rey Felipe VI durante su discurso de investidura.
La estocada final fue su inhabilitación para contratar con el Estado por tres años. Una sanción exagerada e injusta detrás de la cual podría haber una mano negra con la seria intención de quebrarla. ¡De locos!
Yonhy Lescano fue electo congresista gracias a su irresponsable campaña –sin sustento económico alguno– contra la renta básica de la telefonía fija y así, a lo largo de sus tres décadas en el Perú hubo muchos sibilinos que lucraron de condenarla.
Sin embargo, poca gente sabe que Telefónica tiene la mayor cobertura de fibra óptica del país, atendiendo a 58,000 poblados, que ha sido un actor principal en la inclusión digital y que brinda internet gratuito a 13,000 dependencias del Estado entre comisarias, estaciones de bomberos y colegios públicos. Hay más de 1M de escolares beneficiados por Fundación Telefónica, entidad que hace una labor extraordinaria, promoviendo la educación digital y la cultura.
Los reclamos se definirán finalmente en CIADI. Telefónica ha reclamado al Estado peruano 1122M de euros por daños y perjuicios al considerar que Sunat y otros organismos estatales incumplieron las obligaciones recogidas en el Acuerdo para la Promoción y Protección recíproca entre España y Perú.
Salvo escasas excepciones, el Perú siempre ha sido castigado con gobiernos que entendieron mal la relación entre el Estado y el privado. Si una empresa gana dinero–, lo cual es su objetivo principal, aunque haya algunos que quieran dorar la píldora y hablar de las empresas con propósito - quiere decir que es exitosa, está dando empleo, pagando impuestos (razonables no confiscatorios) y brindando soluciones en su sector. Igual, hacer empresa en el Perú es casi un acto heroico: entre el altísimo costo del crédito, la legislación laboral obsoleta, las regulaciones absurdas, la burocracia eterna y los problemas de inseguridad y conectividad, se traducen en condiciones absolutamente adversas que le quitan competitividad al empresario peruano
Lamento que Telefónica haya recurrido al Indecopi, pero es la única forma en la que logrará reestructurar sus pasivos en forma ordenada y seguir operando en favor de sus 14M de clientes. Si la hostilización continúa, no me sorprendería que pateen el tablero y la vendan. Caeríamos nuevamente en manos de capitales chinos, los únicos que se atreven a invertir sumas millonarias en el Perú. Y, llegará el día lamentable en el que todos tendremos que comunicarnos en mandarín.

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