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El obsceno triunfalismo de Vizcarra

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Fecha Publicación: 13/10/2020 - 22:40
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Vizcarra es un alumno aprovechado del media training. Impresionante la maestría con la que evadió los temas importantes en la entrevista que le concediera a Rosana Cueva este último domingo. No solo se fue por las ramas, intentando distraer su incumbencia sino tuvo el cinismo de declarar que el pago del alquiler de la avioneta que transportó a los funcionarios bolivianos (entre ellos el entonces ministro de Economía Luis Arce, hoy candidato a la presidencia por el partido de Evo Morales) al Puerto de Ilo, fue pagada por Obrainsa, como un acto de responsabilidad social. ¿Responsabilidad social en favor de un gobierno regional? ¿De una autoridad con la que tendría que interactuar con motivo de la adjudicación del proyecto Lomas de Ilo? ¡Eso tiene otro nombre! Y es que el triunfalismo de este gobernante es realmente obsceno.
Vizcarra me recuerda a la fábula del escorpión con la cándida rana a la que persuadió con verbo dulce de que no la envenenaría con su aguijón para luego hacerlo y argüir que no había tenido elección, que era su naturaleza. Ese es Vizcarra, la traición y la mentira son parte de su ADN pero aún así, tiene un 60% de aprobación y no necesariamente son encuestas a la medida, las redes sociales corroboran lo engañados que están muchísimos peruanos. Imagino que, entre ellos, estarán los 6.8M de beneficiarios de los bonos universales que pensarán que los subsidios se pueden prolongar para siempre. Poco saben que la recaudación impositiva, especialmente el IGV, ha disminuido dramáticamente, siendo el indicador por excelencia de la actividad económica del país; que la Caja Fiscal está en las últimas, posiblemente el gobierno recurra a la emisión de más deuda, costosa por haber bajado la clasificación país, y que el consumo aprieta: más del 57% de peruanos solventa sus gastos con ahorros, retiro de AFP, deudas y bonos, vale decir, flujos temporales, finitos, que pronto y muy desafortunadamente se extinguirán. ¿Y, después qué?
Hablando de hambre, debo destacar una excelente entrevista de Tania Goossens, representante en el Perú del Programa Mundial de Alimentación (institución que ha ganado el Premio Nobel de la Paz por su trabajo humanitario en el mundo), este último sábado en El Comercio. Señaló que al mes de mayo, 3.5M de peruanos sufrían de inseguridad alimentaria severa, situación que se encontraba superada desde hace mucho tiempo, por cuanto ya se había logrado reducir la desnutrición crónica y la anemia en un 50%. Destacó que en esta pandemia se había retrocedido mucho, en especial en las zonas rurales, por cuanto en su mayoría no habían podido sembrar por la falta de insumos, y estaban asfixiados en deudas. ¿Más trágico? Imposible.
No he escuchado a Martín Vizcarra ni a Patricia Donayre pronunciarse, aunque fuera de fingida preocupación, por la situación de los millones de peruanos que pasarán a la indigencia. No hay mayores planes, creen que con la distribución de dinero, populismo puro y duro, lo arreglan todo. Y, luego se irán (ojala en el plazo) y no rendirán cuentas a nadie por la desolación dejada a su paso. No hay aprendizaje en el Perú.