«El loco Bonet»
El mítico maestro Hugo Bonet Rodríguez partió a la eternidad llevando las tablas a otro escenario. Fue fundador y Director del Teatro Experimental Universitario Qosqo, de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. Trabajó arduamente hasta lograr que la tierra de los incas sea un referente en el teatro nacional y así lo hizo hasta el final de sus días. Él es uno de los representantes más prolijos y notables de las artes escénicas del Perú, en particular del Cusco. Era dramaturgo, novelista y poeta, pero sobre todo un infatigable soñador y ferviente defensor de las causas justas. Siempre fue un inagotable promotor de la disciplina en todos los actos de la vida: “Sin disciplina no se logra nada” era su mensaje de siempre. Hizo del teatro su bandera y la izaba sobre los cuatro vientos; con ella viajó pregonando la verdad, con ella buscó siempre una nueva vida denunciando a viva voz todas las injusticias, entendió a carta cabal que “La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable”, coincidiendo con Oscar Wilde.
Sus amigos y alumnos lo llamaban “El loco Bonet”, a todos ellos les supo hacer ver el camino que transitan los hombres sinceros, con ellos entabló mucho más que una relación profesional, porque las personas de bien siempre quiebran las barreras amargas de los falsos formalismos y entablan hermandad y compañerismo a prueba de balas. Porque siempre afirmó que “El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana”, como lo señaló Federico García Lorca. Se le recuerda por haber dirigido magistralmente el Inti Raymi en la explanada de Sacsayhuaman. Su aporte trasciende el teatro y es amplísimo, nos deja verdaderas joyas literarias: Sangarara, La resurrección de las cicatrices, Cripta de los dioses caídos, El bronce no agoniza, Walicha, entre otras obras, todas con su sello de real compromiso con el pueblo y de reivindicación de nuestra identidad.
La partida del maestro Hugo Bonet deja un vacío difícil de llenar. Su sensibilidad social tiene la inmensidad de la montaña de colores; su aporte profesional en la promoción del teatro de alta calidad tiene la grandeza de los muros incas cuya herencia proclamó con su silencio ejemplar. A este hombre le debemos el habernos fascinado con cada puesta en escena de difíciles temáticas haciéndolas sencillas y asegurándose de educar con el entretenimiento. El telón no se cerrará porque la función debe continuar. El maestro Hugo Bonet ahora dirige la nueva obra en otros escenarios.
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