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El encuestado no vota

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Fecha Publicación: 29/03/2022 - 22:40
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Según todas las encuestas, la mayoría de los peruanos está a favor de la vacancia del ocupante de Palacio y la inmensa mayoría desaprueba la gestión presidencial y ministerial. Si al momento de pergeñar estos renglones ellos fuesen los que decidieran el destino del que funge de jefe de Estado y no los dubitativos congresistas, éste, sin duda, sería devuelto a Chota y a ver cómo lo reciben sus paisanos que no están enchufados en el Ejecutivo. Vana ilusión, por cierto, ya que quienes votan la vacancia del gobernante de turno son los parlamentarios y en medio de tanta componenda, chanchullo e intereses subalternos en los que se mueven varios de ellos la suerte de la votación aunque echada es dudosa a pesar de que el país sufre el peor de los desgobiernos del siglo.

Lo que nos lleva a otra cosa. Siendo absolutamente patente la ineptitud y corrupción del régimen de Castillo, Cerrón y adláteres, resulta frustrante comprobar la ineficacia del control y respuesta política y ciudadana expresada a través de la oposición demócrata en el Parlamento y de los colectivos en las calles debido a la falta de unión y consenso dentro de ellos para superar constitucionalmente la grave crisis. Del Legislativo, ya no sorprende sus desconcertantes idas y venidas y contradicciones.

En cuanto a la calle, dos desalentadores botones de muestra: las movilizaciones cívicas –y hemos ido a más de una- convocadas por varias cabezas y divididas y lo que ya es el colmo la publicación de más de un comunicado protestando válidamente contra la impertinente presencia de “veedores” de la OEA en la sesión del Congreso y que son firmados por una retahíla de minicolectivos de la sociedad civil y no por una sólida plataforma ciudadana que fuese legítimamente representativa de los millones de peruanos que desaprueban este nefasto gobierno socialista castro-chavista y corrupto. Después de ocho meses, pareciera que esto es pedir demasiado y que la solución está en otra parte.

Volvemos, pues, a estrellarnos con el endémico mal tan peruano: la división de las organizaciones y movimientos democráticos a lo que hoy se suma peligrosamente la ausencia de un liderazgo legítimo y convocante. Se busca un LÍDER como el célebre Diógenes de esta columna buscaba apasionadamente a un hombre. Alguien se atreve o se anima de verdad, tal vez usted general y congresista Roberto Chiabra. ¡AMÉN!

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