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El circo del dolor: cuando el espectáculo ignora el sufrimiento animal

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Fecha Publicación: 06/08/2025 - 21:10
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La imagen perturbadora de un perro llamado Chin-Chin ,utilizado para acrobacias en el CIRCO DE LOS HERMANOS VÁSQUEZ , ubicado en CHINCHA, visiblemente desorientado tras haber sufrido un accidente en escena. Cayó, fue retirado entre aplausos forzados, y poco después —como si su vida y bienestar valieran nada— fue visto nuevamente “trabajando”, obligado a continuar en el espectáculo. Esto no es entretenimiento, es crueldad y es un delito. El uso de animales en circos no solo es una práctica obsoleta, sino también una violación directa de la Ley N.º 30407, que protege el bienestar animal en el Perú. El artículo 25 de esta norma prohíbe expresamente el uso de animales en espectáculos circenses cuando impliquen sufrimiento, riesgo, dolor físico o estrés. ¿Qué parte no entiende este circo? Estamos ante un acto de maltrato continuado. No se trata de un hecho aislado ni de un accidente fortuito. Se trata de un modelo de explotación disfrazado de entretenimiento. Obligar a un perro a realizar actos antinaturales, luego de haber sufrido una caída en plena función, es tan cruel como ilegal. Y lo más grave: pretenden seguir haciéndolo. Es momento de decirlo con todas sus letras: esto amerita una denuncia penal. El artículo 206-A del Código Penal, modificado por la Ley 30407, sanciona con pena privativa de libertad a quien comete actos de crueldad o maltrato animal que puedan ocasionarles lesiones o la muerte. ¿Qué más debe ocurrir para que el Ministerio Público actúe? Como abogada y como comunicadora en prensa escrita, me niego a ser espectadora de esta violencia normalizada. Insto públicamente a la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental a iniciar de oficio la investigación correspondiente. También, la sociedad civil exige a la municipalidad correspondiente, al SENASA y al Ministerio de Cultura (que otorga permisos a espectáculos) a que verifiquen el cumplimiento de la ley y sancionen esta práctica aberrante. La indiferencia institucional también es forma de complicidad. Y cada vez que callamos frente al sufrimiento de un animal, estamos abriendo la puerta a más abusos, más impunidad y más dolor innecesario. Los circos deben reinventarse sin animales. El Perú ya tiene normas claras. Lo que falta es voluntad para hacerlas cumplir. Solicitamos desde esta ventana públicamente que el Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental o la Fiscalía de Prevención del Delito, inicie una investigación penal de oficio contra el circo que, pese a haber expuesto a un perro a una caída durante una función reciente, continúa utilizándolo en actos acrobáticos, lo que configura maltrato animal conforme a lo establecido en la legislación vigente. Que se inicie una investigación penal de oficio por violación al Art. 206-A del Código Penal, que se impida el uso de ese animal en futuras funciones mientras dure el proceso investigativo,que se valore la posibilidad de incautación preventiva del perro para evitar más sufrimiento, en coordinación con un albergue u organización de protección animal y que se evalúe la responsabilidad penal y administrativa de los organizadores del circo. IG : @heydicandelafeijoo_abogada

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