Dr. Pablo Sánchez, ¿qué pasa?

Confiado en que esta segunda gestión del doctor Pablo Sánchez sea mejor que la primera, porque el ser humano tiende a adquirir sabiduría con los años o la experiencia; además confiado en que la juridicidad, la legalidad y la sensatez sean la norma en el Ministerio Público, y no el perverso espíritu de venganza, es hora de que los peruanos sumen esfuerzos contra la corrupción y no se dividan en el camino.

En el 2012 revelé varios ángulos del tráfico de terrenos al sur de Lima: Chilca, Cañete (Asia), San Bartolo y Punta Negra. Entonces nos enfrentamos a malos funcionarios públicos aconchabados con cuestionados empresarios. Fui querellado por Racso Miró Quesada y el entonces alcalde Barthelmess, pero el sabio Poder Judicial me dio la razón. Es decir, transcurrió una década para que recién ahora caigan más protagonistas del tráfico de tierras donde estaba involucrado el presidente de la junta de fiscales provinciales de Lima Sur.

Pero entre 2016 y 2017 todavía quedaban líneas de investigación periodística que conducían a una necesaria prospección de prensa en la Fiscalía de Lavado de Activos. Los hechos centrales y secundarios de esa historia han sido expuestos en Radio del Sur, en el programa de Eduardo Urbina (Primo Koko), el pasado miércoles 4 de mayo, por lo que sería bueno que los colegas de la Oficina de Imagen Institucional del Ministerio Público lo documenten. Esto porque, por un lado, periodistas como Alfredo Vignolo, Hugo Guerra, Luis Gonzales Posada, José Briceño y el suscrito, contribuimos en la lucha contra la corrupción; pero, por otro lado, la Fiscalía de Lavado de Activos busca silenciarnos y teje novelas con el objetivo de perseguirnos como si estuviera gatillada por intereses particulares.

Lo concreto es que EXPRESO es crítico y lo hace desde el ejercicio periodístico, la vigilancia ciudadana y la veeduría contemplados en la Ley de la Carrera Fiscal. En este contexto, el último 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, personal de seguridad maltrató al comité de periodistas presidido por el colega Alfredo Vignolo, pues entre otros hechos él fue escoltado como si fuera un delincuente e incluso nos fotografiaron solo por presentar un memorial dirigido al señor fiscal de la Nación. Quizás es un hecho aislado, pero contradice a las distinciones recibidas por el Ministerio Público como la doble certificación de la Norma ISO 9001 sobre “gestión de calidad”. Pese a todo, está pendiente una visita protocolar.

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