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Desaciertos peligrosos

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Fecha Publicación: 12/11/2021 - 22:00
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Los 100 primeros días de gobierno del profesor Pedro Castillo no tiene mucho por exhibir, salvo el caos permanente y una clamorosa ineficiencia en el manejo de la gestión pública.

A decir de la presidenta del congreso, María del Carmen Alva, fueron un desastre, fueron 100 días perdidos. Y éste parece ser el sentimiento mayoritario de la población.

En este contexto, las sorprendentes designaciones de los más altos puestos públicos en personas sin ninguna competencia para asumir esas responsabilidades funcionales son pan de cada día. O las transgresiones a las normas, sea por ignorancia, incapacidad o dolo, como lo ocurrido en el reciente escándalo producido a raíz del pase a retiro de los comandantes generales del Ejército y la Fuerza Aérea, que ha motivado que la propia fiscalía intervenga iniciando una investigación preliminar contra el ministro de Defensa, Walter Ayala (todavía en funciones hasta el momento de escribir este artículo) y el secretario del Despacho Presidencial, Bruno Pacheco, por presuntamente haber cometido abuso de autoridad y patrocinio ilegal.

Este desacierto fue quizás lo más delicado ocurrido en esta semana. Dos altos oficiales de nuestras FFAA vieron truncar sus carreras a tan solo tres meses de estar ejerciendo la comandancia general en sus respectivas armas, al parecer por haberse resistido a vulnerar sus normas internas de ascenso para favorecer a oficiales recomendados por el presidente Castillo, sin contar con las competencias para esos cargos, por lo cual el ministro Walter Ayala será interpelado por el Congreso de la República, el próximo martes.

Este nuevo desacierto, que se suma a otros cometidos con torpeza por el gobierno, ha creado una crisis de proporciones, provocando la airada reacción de ex comandantes generales en situación de retiro, de parlamentarios de distintas bancadas que censuraron la actitud gubernamental que puso en una situación de maltrato innecesario a nuestros institutos armados.

Que se recuerde, este manoseo arbitrario de los procesos de ascenso de la alta oficialidad militar ya había quedado en el pasado desde los infaustos años de los 90. Pero, al parecer, esas malas prácticas parecen retornar.

El jefe de Estado no parece ser consciente de la gravedad de este hecho. Mantiene, extrañamente, en la cartera al ministro de Defensa, pese a que dicho funcionario dijo haber puesto a disposición su cargo.

Y como si nada hubiera ocurrido escogió una plaza raleada de gente en Huamanga para pechar, a su estilo, a quienes le hacen ver su error, llamando la atención la ausencia de la presidenta del Consejo de ministros. Y como si ello no bastara se dio a conocer al nuevo designado para dirigir Devida, Ricardo Soberón, conocido detractor de la política de la erradicación de la coca. El presidente de Aidesep, Berlín Diques, expresó preocupación por este nombramiento y argumentó que Soberón es un pro cocalero. Señaló que su presencia generaría que aumente el narcotráfico en las regiones amazónicas y dijo esperar que Devida corrija cuanto antes este error.

¿Y en el sector Educación? Tampoco se salvó de los desaciertos del gobierno. Esta semana fue designado como viceministro de Gestión Institucional, Roy Carlos Palacios Ávalos, cuyo mérito es ser dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate Perú), fundado por el presidente Castillo, gremio que tiene entre sus cabezas principales a Mery Coila, ex secretaria de organización del Movadef Tacna, que sería organismo de fachada de Sendero Luminoso, o al propio ministro de Educación, Carlos Gallardo, quien formaría parte del ala más radical de la Fenate Perú y mantendría nexos con grupos radicalizados del magisterio, vinculados al Movadef, según denunció, en una oportunidad, un programa dominical de la televisión peruana.

Todo ello resulta sumamente preocupante, habida cuenta que el sector Educación tiene en sus manos la formación de niños y jóvenes de nuestra patria. No olvidemos la estrategia que utilizó Abimael Guzmán para consolidar a Sendero Luminoso, se enfocó en el tema de la educación para adoctrinar a sus alumnos en asumir la lucha armada, de ahí su presencia en la universidad ayacuchana. No permitamos que ello ocurra nuevamente.

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