De Amazonas sus cuentos

Hola, soy el agua…”. Así se presenta el agua ante el niño Carlitos. Mientras el eco de su voz se va con ella, el agua fluye zigzagueante, brillando, lanzando sus pequeñas luces en todas direcciones, Carlitos trata de entender a su interlocutora, asombrado porque jamás imaginó que el agua hablara, cantara y también por momentos se sentará para escucharlo. Al final, después de una amigable conversación, Carlitos y el agua firman, sí, firman un pacto para que, después de promulgarse, se cumpla en todo el planeta. Estamos ante la magia de los cuentos, que siempre serán fieles y leales amigos, mucho más que hermanos, de nuestros niños, en cada rincón de nuestra selva y del mundo.
“Cuentos de Amazonas y mucho más” de Wilfredo Mas Trigoso, es un recorrido por nuestros pueblos de la Amazonía. El libro viene cargado de magia y llega vestido con enormes gotas multicolores de una incesante bailarina lluvia; viene con el brillo de ejércitos de luces a la media noche, trayéndonos los misterios de ríos y lagunas encantadas. Sus páginas vienen impregnadas con la fragancia de exóticas flores que danzan con el trinar y el canto de alegres aves. El libro es, pues, la escalera por donde descienden los milagros de algún cielo que se rebela a ser siempre azul y posada de estrellas, y su lectura es bálsamo, alimento, carnecita pura, para saciar el hambre de quienes dan vida a mundos imaginarios.
El libro toma vida con un conjunto de cuentos, uno más misterioso que el otro: ‘Jorgito y las lagunas de Amazonas’, ‘Carlitos y el agua’, ‘El osito en el pozo’, ‘Wishkin el salvador’, ‘El gatito de Marcial’, ‘El doctorcito ratón’, ‘Elsa y la fruta dormilona’, ‘Escuelita de Shilmal’, entre otros cuentos. En suma, es un itinerario, digámoslo obligado, para quienes no abandonan la enorme responsabilidad de entender a nuestros niños como personas sedientas de desarrollar su creatividad, su asombro y su imaginación.
Los niños de Olleros, Goncha, Granada y otros centros poblados asentados a orillas del río Imaza y otros ríos, ahora son mis amigos, estos cuentos me los presentó y voy a cuidar esta generosa amistad. En estos tiempos es difícil entablar amistad con los niños; es difícil batallar contra los invasores que vienen disfrazados con piel de cordero, pero que en realidad son angurrientos monstruos que se embuten a cada minuto con eso que llaman tecnología y que se instalan en las familias con cómplice benevolencia de la familia, y vienen decididos a amputar los sueños de nuestros niños, y también de la gente grande. Ante eso nos levantamos con nuestras poderosas armas de nuestros libros: este que comentamos es uno de ellos.

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