Cruzando los dedos
Estos renglones se pergeñan en medio de las bolas, runrunes y trascendidos tan limeños provocados por la renuncia del filoantaurista ministro de Defensa, los susurros sobre aprestos golpistas, y el vil mercado de oferta y demanda de votos parlamentarios “indecisos” en vísperas del debate y votación de la Moción de Vacancia por Permanente Incapacidad Moral de quien funge de presidente de esta desgobernada República, señalado para el mismo día en que se publican estos borrones. En fin, atrapado en este tráfago caótico y sin mayor tiempo, poco es lo que podríamos aportar salvo el terco deseo de que este indescifrable Congreso –por decirlo finamente- logre alcanzar la mayoría calificada para despachar a su casa –sea en Sarratea o en Chota- al ocupante de Palacio y luego sentarlo en el banquillo de los acusados. Pitágoras, el Señor de los números, y los demócratas del Perú, quedaremos muy reconocidos.
Sin poder despejar la incertidumbre de la semana, sí dedicamos algunas líneas al machacado Informe Preliminar del Grupo de Alto Nivel de la OEA que llegó al Perú con las anteojeras puestas por el impresentable Ejecutivo y supuestamente para “verificar” un golpe de Estado en marcha. Vaya fiasco el de los comisionados viajeros. El informe de marras, a pesar de sus sesgos, parcialidades, omisiones e impertinencias, sólo ha podido terminar recomendando una “tregua”, más al desarrollo de un diálogo nacional que permita superar la grave polarización institucional y lograr el consenso político. Pura música celestial y, por supuesto, silenciando escandalosamente la denuncia constitucional de la fiscal de la Nación contra Castillo y parte de su infame camarilla. Confiamos que cuando el mamotreto se presente al Consejo Permanente de la OEA el Representante de los EE.UU., en línea con la posición diplomática de la Casa Blanca, llamará la atención sobre la rendición de cuentas que el múltiple imputado Castillo le debe hasta hoy a los peruanos y que es, en buena parte, la madre del cordero.
Un punto sí destacamos del dichoso informe. Relieva que el TC es el guardián de la Constitución, del control de la constitucionalidad y que tiene la responsabilidad de hacerla cumplir. Vista la última Resolución al respecto de este Tribunal sumado a la actuación de la Fiscalía de la Nación, ambas Instituciones son hoy los mayores defensores del acosado Estado de Derecho junto con la oposición congresal y la ciudadanía demócrata de la Nación. ¡AMÉN!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.