Constitución Económica y perspectivas ideológicas
Contra lo que comúnmente se cree, el Título III “Del Régimen Económico” no engloba a la Constitución Económica, pues esta empieza desde el artículo 1 que coloca a la persona humana por encima de entes colectivos como la sociedad y el Estado, haciendo incluso que estos tengan por finalidad superior la defensa de aquella. A esto se suman las libertades y derechos del artículo 2, un importante entramado de leyes orgánicas y de desarrollo constitucional, además, una copiosa jurisprudencia uniforme a lo largo de cuatro composiciones distintas del TC peruano. Y claro, como advertimos en cada clase inicial de Teoría Constitucional, la verdadera Carta Magna no es el delgado texto básico que podemos adquirir por unos pocos soles, sino todo un complejo conjunto de normas cuyas referencias y concordancias aparecen en las voluminosas constituciones comentadas. No es fácil comprenderlo en su integridad, por lo que podemos graficarlo afirmando que con la misma Constitución Económica pudieron gobernar Fujimori, Ollanta, Toledo y García.
El concepto esencial de la democracia es que ninguna perspectiva monopoliza la razón, en materia política ni económica, por lo que es imprescindible dialogar y negociar con los adversarios más cercanos, a fin de concretar programas de consenso. Así, un hipotético gobierno de Hernando de Soto hubiera acentuado el carácter subsidiario de la intervención del Estado en la economía, otorgando mayor responsabilidad a los ciudadanos por su formación liberal; mientras que un presidente comoYonhy Lescano, usando el mismo principio, hubiera podido auspiciar leyes para incrementar el número y la influencia de empresas públicas, reduciendo el espacio de los particulares en la economía. Más aún, los partidos que componen el actual espectro político alemán podrían gobernar, sin ningún inconveniente, con nuestra actual Constitución Económica. Los socialdemócratas del SPD aumentarían la importancia de los organismos reguladores, incluyendo nuevos controles sobre la banca e incrementando los impuestos para financiar programas sociales, sustentando todo eso en nuestro principio de solidaridad, desarrollado en la jurisprudencia constitucional; los Verdes priorizarían solucionar la contaminación de la minería informal y la producción de fuentes de energía limpia; los liberales del FDP buscarían eliminar los obstáculos al libre comercio y al emprendimiento de los ciudadanos.
Obviamente, ninguno lograría concretar todo su programa legislativo, solo sería aprobado aquello que haya sido eficientemente sustentado y negociado. El único que se sentiría frustrado es el comunista DKP, pues son los que creen poseer toda la verdad, ellos exigirían cambios sustanciales en la Constitución Económica porque creen en una forma diferente de tomar decisiones: la imposición de su modelo excluyente.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.