¿Cómo estamos en logística internacional?

En los negocios en general, pero particularmente en los de exportación e importación, la logística se ha convertido en uno de los factores clave de éxito para las empresas que comercializan sus productos más allá de sus fronteras. Precisamente, para el caso de las empresas exportadoras la logística es mucho más compleja, ya que incluye factores de carácter transfronterizo y estructural. La distancia geográfica, las normas de acceso de diferentes países, la necesidad que a veces se da de utilizar diferentes medios de transporte, el embalaje, entre otros, son algunos ejemplos que forman parte de la logística necesaria para la distribución de sus productos a mercados externos. En mercados como el de Estados Unidos o los de Europa, los cuales son bastante exigentes, los plazos de entrega suelen ser muy estrictos, por lo que entregar tarde una mercancía podría representar la pérdida a un cliente. Por ese motivo, la precisión de todas las actividades, desde que se inicia una operación hasta que se termina, incluyendo todos los aspectos logísticos, representan funciones vitales para garantizar la rentabilidad de la actividad exportadora. Si bien la logística depende de muchos factores de carácter interno de la empresa, así como a los de servicios proporcionados por terceros, lo cierto es que en el Perú falta mucho por hacer en esta materia. En la última versión del índice de “Desempeño Logístico 2018”, nuestro país se ubica en el puesto 83 de 160 países. Y en la categoría en la que se mide la “calidad y competencia logística” del país, la posición baja significativamente al puesto 110. Sin duda estos resultados reflejan una realidad que tanto el sector público como el privado tendrán que abordar de manera conjunta para mejorar las condiciones que actualmente existen. En todo caso, si es que se desea asegurar el éxito en el mercado internacional, no solo basta con tener productos de excelente calidad, sino también contar con un sistema de logística exportadora que permita reducir costos y así poder ofrecer precios competitivos que faciliten su acceso a los mercados externos. De esta forma se logrará estar a la altura de las nuevas prácticas en comercio exterior y así alcanzar mayores niveles de rentabilidad y competitividad, no solo de las empresas sino también del país en su conjunto. En