Choferes, peatones, calles, veredas

Hace algunos años Roland Forgues, peruanista francés, que siempre venía a Lima, después de mostrarme su brevete que lo autorizaba a manejar desde un auto hasta un camión, me dijo: los choferes peruanos son los que manejan peor y mejor en el mundo. Peor porque no respetan las reglas, gritan, tocan bocina cuando no deben, meten los vehículos, discuten interminablemente, y mejor, porque pese a la manera como conducen, no tienen tantos choques. Tuve que admitir que tenía razón y que la otra parte de la situación está en los viandantes que no miran las luces de los semáforos y muchas veces cruzan las calles con sus celulares escuchando música, sin darse bien cuenta del peligro que pasan.
Otro tema inacabable son las veredas casi siempre mal hechas, sin la adecuada cantidad de cemento, a veces con menos, a veces con más cemento. Por eso esas aceras tienen distintos colores y las que tienen demasiado cemento se vuelven resbaladizas con la más ligera lluvia.
Pero lo peor de todo en Lima es la ausencia de rampas, tanto en los edificios públicos como en los privados, y lo que es tan lamentable como eso es que las rampas están mal hechas y las muchas personas que por razones de accidentes personales o senectud avanzada tienen que desplazarse en sillas de ruedas, pasan la mar y morena para poder llegar a tiempo a su destino, sin caerse nuevamente.
La manera de superar esta situación, única en el mundo, es que las autoridades sean más severas en el cumplimiento de los reglamentos, que tocar bocina o meter un vehículo como se dice, sea una falta grave, que las rampas, las pequeñas y grandes, estén bien hechas y que nadie sople la pluma en todos los niveles de gobierno central, regional o municipal.
Ahora que se acercan las elecciones generales y municipales, la ciudadanía está interesada en escuchar a los candidatos, no solamente refiriéndose a la minería, la agricultura, la educación y la salud, sino a estos asuntos que hacen mejor a la ciudad capital.
Dejamos para el final el asunto más importante: es tarea de las autoridades de todo nivel devolver a la ciudadanía la tranquilidad de poder transitar por las calles caminando o en vehículos públicos o privados sin el temor que provocan los extorsionadores que han aparecido y actúan impunemente em muchas partes del territorio nacional. El Perú tiene derecho a ser una nación donde prime la fraternidad, la igualdad y la libertad.

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