Cerrón ha perdido
Vladimir Cerrón ya no puede amenazar a Castillo con la vacancia de la Presidencia de la República. Diez maestros de la bancada original del partido de gobierno renunciaron y se pasaron a formar otra, leal al presidente.
Acto seguido, Pedro Castillo sacó del gabinete a varios ministros, principalmente al brazo derecho del cerronismo pro cubano en el gobierno: el extitular de Energía y Minas.
Cerrón ha perdido.
Existen indicios de que el exministro y sus funcionarios venían obstaculizando el diálogo con las comunidades de Las Bambas y la propia empresa minera. Esto, con el objetivo delirante de presionar a Castillo para que el gobierno decidiera la estatización de la gran empresa minera china MMG, concesionaria de la mina de cobre peruana que produce el 2% del cobre del planeta.
Fue demasiado.
Golpeado ahora, el cerronismo retrocede a atrincherarse en el espacio que le queda anunciando que fiscalizará a la ministra entrante a la cartera y que ya no es camarada de Castillo sino su aliado. Dignidad arrastrada.
La expectativa sobre la nueva gestión de Energía y Minas es que la mina retome finalmente la producción luego de su enésima paralización, y que esta vez sea de manera permanente.
Las relaciones con China son cruciales hoy para el Perú, ya que la exportación del cobre a esas costas es literalmente lo que mantiene a flote la economía. Esto es inmensamente más importante que la obsesión del cerronismo en alcanzarle servilmente a La Habana el control de los recursos naturales del Perú para que el castrismo rancio pueda seguir viviendo como un parásito del cobre del Perú luego de haber agotado el petróleo de Venezuela.
El paso necesario del Gobierno hoy es tomar la decisión política de expulsar a los servicios de inteligencia cubanos.
Pero el giro político personal de Castillo es lento y es posible que, aferrándose a los lugares comunes de la izquierda, se detenga ahora en este punto o se incline por emular en adelante si no ya a La Habana-Caracas y el “modelo Evo” boliviano, sí al “modelo mexicano” de López Obrador, afín de muchas maneras a la izquierda caviar.
Un segundo ensayo caviar sería otro craso error, como el que le abrió a Cerrón la puerta del Ministerio de Energía y Minas.
El paso de los días dirá ahora si Pedro Castillo es capaz de la decisión política de retomar la transición que necesita para salvar al Perú del colapso.
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