Boluarte: soberbia y floro, siempre pierde el país

Hay gente emocionada con el discurso de Boluarte: la fuerza del lenguaje y sus realidades imaginarias, finalmente, el papel aguanta todo. Muy aplaudida su alusión a las dictaduras venezolana y cubana, sin embargo, el Gallo Zamora, embajador de esta última y presunto coronel de la inteligencia cubana (G2) sigue haciendo lo que quiere en el Perú. Ha sido el mismo ritual: discurso extenso, ofrecimientos sin sustento y una ausencia total de rendición de cuentas.
Una de sus promesas del 2024 fue la concesión del Tren Macho Huancayo – Huancavelica, otorgada en mayo pasado bajo la modalidad de APP, con la participación del grupo ecuatoriano Hidalgo & Hidalgo, firma de cuestionada reputación a nivel latinoamericano, ha estado expuesta a diversas investigaciones por sobornos y corrupción. Es un tren de interés regional que no tiene alto tráfico turístico. ¿Importante saber cuál es el compromiso del Estado peruano en esta concesión? ¿Qué gana el concesionario? ¿Tiene rentabilidad garantizada?
Por su parte, la longitudinal de la Sierra que conectaría a su amada Apurímac con Huancavelica, Ica y Junín con una inversión de más de $1500M recién ha sido concesionada el 25 de julio pasado, a la carrera, a Concesionaria Vial del Centro, cuyo accionista principal es el grupo Hidalgo & Hidalgo de Ecuador. La misma cuestionada empresa. ¿Qué hay detrás de tanto favoritismo?
Nada dijo del MINFRA cuyo objeto era absorber 13 entidades públicas. Fue una de las estrellas de su discurso del 2024, una importante reorganización del Estado, pero ahora prefirió guardar silencio. Su creación sigue encarpetada por el Congreso, que no quiere poner en riesgo un solo puesto público. Por ellos, que el gasto corriente se siga engrosando para justificar sus bonos y abusos. En el 2024 tambien anunció la construcción de cinco hospitales de alta complejidad mediante convenios de Gobierno a Gobierno. Ninguno ha iniciado obras y Boluarte miró de costado.
Uno de los temas más sensibles es la anemia infantil, esa epidemia que no mata pero que trunca el futuro de las nuevas generaciones; la debilidad del capital humano es un obstáculo estructural para el desarrollo del Perú y la eterna anemia solo lo empeora. El Plan Multisectorial presentado por Boluarte en el 2024 no ha funcionado. Hay regiones como Puno que han mantenido un inaceptable 70%. Ninguna mea culpa en el discurso. Los programas sociales de alimentación familiar han tenido uno de sus peores años: conservas en mal estado, intoxicaciones, denuncias de corrupción y adulteración de alimentos además de inaceptables deficiencias en el sistema de compras el asesinato de Nilo Burga Malca, presidente de la empresa investigada Frigoinca. Hay una mafia enquistada en estos programas que mueven millones.
Boluarte ha decidido crear el “Programa Nacional de Alimentación y Bienestar Comunitario”, es un simple cambio se nombre como ocurrió de Qali Warma a Wasi Mikuna. Tendría que remover a todos los actuales proveedores para que se perciba como un intento serio de cambiar las cosas y a varios mandos medios que promueven esa red de corrupción. Conoce el MIDIS y sus falencias, pero no se atreve a hacer verdaderos cambios o ¿la impactarían?
Pretende que el turismo sea la tercera fuente de ingresos del país, pero ello implicaría por lo menos 5M de turistas con un gasto promedio de US$1200. No es solo el numero sino la calidad del turista. Desafortunadamente, el sector tiene una pésima ministra, Ricardo Limo, director ejecutivo de Promperú no da la talla y el concurso para las seis plazas de oficinas comerciales en el exterior, vacías desde hace demasiado tiempo, ha sido un desastre. No atan ni desatan con las responsabilidades.
No perdamos la capacidad de indignarnos, ni nos dejemos impresionar por los números y las promesas, que no nos mientan en la cara, tengamos cierta capacidad de análisis. Boluarte no es la salvadora, merecemos algo mucho mejor.

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