Bienvenido 2022

Hoy iniciamos un nuevo año. Venga el 2022. Quedará para el recuerdo, lo ocurrido a lo largo del 2021. No fue un buen año, por cierto. Fueron más las sombras de la incertidumbre, que las certezas de lo deseable. Año de sobresaltos, sin que sepamos los peruanos a dónde vamos de la mano del profesor Pedro Castillo. Terrible el destino del país en el último quinquenio y peor el horizonte que se nos presenta, luego que el hombre del sombrero se alzara en el poder en julio del año que ayer terminó. La población sólo espera paz y no violencia, unidad y no desunión, integración y no lucha de clases que parece animar, de modo permanente, el mandatario y quienes lo secundan, siguiendo el ideario de Perú libre, partido que cobijó al mandatario en las elecciones últimas.

A ojos del gobierno, “durante el año que culmina, la atención del país estuvo focalizada en la lucha contra la pandemia, en la evolución de la economía y en la política, por tratarse de asuntos de impacto en el bienestar de la población”. El covid-19, ciertamente, vino a ser el problema más álgido y de impacto que el país tuvo que enfrentar. Quienes sucedieron al presidente Martín Vizcarra, de ingrata recordación en los meses iniciales de la pandemia, supieron corregir a tiempo sus estrategias para asegurar las vacunas necesarias a una población que sufría los horrores del virus que aún no termina. El país quedó paralizado y con una economía cuesta abajo que el actual mandatario se encargó de acelerar con la llama de la vaguedad y la desconfianza.

¿El gobierno estuvo a la altura de las circunstancias para enfrentar los problemas derivados de la crisis que caracterizó 2021? Cada uno podrá tener su propia respuesta. Lo evidente es que el año que despedimos fue de marchas y contramarchas, de decisiones equivocadas en la toma de gestión en los niveles de gobierno, de hechos clandestinos puestos al descubierto por la prensa; y quienes nos gobiernan se han resistido a dar las explicaciones que el caso amerita.

La crisis política, aparte de la pandemia, fue la más recurrente y la que mantuvo a la ciudadanía en vilo. No saber qué busca el gobierno, ni a dónde quiere llegar y sólo advertir sospechas diarias de actos de corrupción, mayormente ligados a la casa de gobierno o de su entorno, resultó siendo pan de todos los días, al punto que la población corrió el riesgo de considerarla como natural y sin mayor importancia. Acciones que tuvieron como protagonistas al secretario personal del mandatario en palacio de Gobierno, a familiares de algunos ministros privilegiados, al propio presidente participando en reuniones semiclandestinas en horas de la madrugada en una casa prestada de Breña, movimientos, todos ellos, reñidos con la ética funcional, son ahora investigados por la fiscalía.

Cerramos 2021 con una inflación del 6%, según los expertos, muy por encima del rango meta que proyectó el BCR que era del 2%. Es lo que preocupa, porque el problema será el 2022. Lo realizado por el gobierno en cinco meses de gestión, ha creado un ambiente poco propicio para la inversión, con empresas mineras importantes anunciando paralizaciones en su producción. Y no debemos dejar de señalar que la economía necesita recuperarse si es que buscamos, por ejemplo, elevar el empleo. Una mayor inversión eleva el empleo y, al hacerlo, genera sinergias de estabilidad y aliento en la población, tan necesitada de ambos elementos en la hora actual.

¿Qué esperamos en el 2022 que hoy empieza? Que se recupere a plenitud nuestra democracia, que se respete la institucionalidad de los poderes públicos, que no se avasalle sus fueros ni de uno ni de otro lado; que el gobierno se rectifique y haga de la transparencia y la información de sus actos, una herramienta de todos los días; que se luche, con hechos, contra la corrupción, que se le devuelva a la ciudadanía la tranquilidad y seguridad necesarias para vivir, acabando con la delincuencia callejera, que se trabaje, con firmeza, por alcanzar a nuestro pueblo una sociedad amigable donde se le pueda ofrecer calidad de vida que tanto necesita. Bienvenido 2022. Eres recibido con mucha esperanza.

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