Atrapados en espejismos perversos
Una presidente que da un mensaje a la nación de cinco horas no tiene las prioridades en orden ni la capacidad de síntesis para una ejecución eficiente y oportuna; peor aún si está acompañada por un premier que funge de corifeo, y que su mayor triunfo ha sido mantenerla blindada de la prensa y las merecidas críticas de la población.
En esas manos está el país. Afortunadamente destacan algunos ministros como el canciller Javier González-Olaechea, quien realizó una impecable defensa de la libertad y la democracia en la ineficaz OEA y que está liderando, a nivel latinoamericano, una cruzada contra el sanguinario tirano Maduro.
Nos han hecho creer que, en aras de la estabilidad y la gobernabilidad, hay que mantener a Boluarte porque finalmente es neutral, vive escondida y no hace daño.
Gravísimo error, hoy más que nunca necesitamos un liderazgo firme y toma de decisiones valientes, que saquen al país de la deriva; sin embargo, como el escenario político está tan oscuro y disperso, se prefiere al mal conocido.
El 2026 está a la vuelta de la esquina con más de cuarenta candidatos, esta insólita circunstancia nos anticipa que cualquiera podría ser presidente, incluso aún peor que Castillo. Los egos de la derecha, que han demostrado absoluta incapacidad para conciliar intereses y aglutinar fuerzas detrás de un solo candidato, serán los culpables de la debacle.
En el interín, el Ejecutivo y el Congreso están cómodos, intercambiando figuritas mientras que la economía del país va dando tumbos. Naturalmente, hay mucha esperanza puesta en la minería y nos impacta cuando retrocede en un periodo mensual; salen todos los expertos a justificarlo aduciendo que los precios han caído, o se han modificado los planes de minado, o se ha extraído mineral de baja ley.
No convencen, la única forma como la minería contribuirá sostenidamente al crecimiento del país será gracias a nuevos proyectos en operación. Hoy estamos a merced de subidas ocasionales de sectores importantes, pero necesitamos sostenibilidad. Dos meses espectaculares de la pesca como fueron abril y mayo (que determinaron un crecimiento del 5 % del PBI) provocaron reacciones triunfalistas del gobierno atribuyéndose méritos que no tienen. Junio bajó y el resto del año será un albur.
El monto adjudicado de Obras por Impuestos en el primer semestre del 2024 ha alcanzado una cifra récord, la mayor desde su creación hace dieciséis años, pero como en el Perú nos gusta dinamitar los sistemas exitosos, el Ejecutivo recientemente ha recortado en un tercio el presupuesto de los gobiernos regionales y subnacionales, lo que afectará la capacidad de ejecución de los proyectos de inversión pública bajo esta modalidad, que es la que mejor funciona.
Lo que sí es una locura es que Petroperú siga con vida. Solo en el primer semestre del año su pérdida ha crecido en casi un 20 %, a pesar de que los directivos de la empresa sostengan que no está quebrada y que simplemente está atravesando un proceso de reestructuración; la realidad es que no deja de consumir fondos estatales, es literalmente un barril sin fondo que ha comprometido dinero de todos los peruanos. Petroperú es una empresa inviable a pesar de que su expresidente Campodónico –uno de los grandes responsables de la ruina– insista en que la propuesta de gestión privada es ideológica, no técnica.
El Estado es un pésimo gestor, y la Refinería de Talara es un ejemplo emblemático de ineficacia y corrupción. La única opción es liquidarla, pero nadie se atreve a tomar la decisión.
Mi absoluta solidaridad con la congresista Patricia Chirinos, quien recibió un inaceptable maltrato en un conocido barcito venido a menos de Barranco, por un grupúsculo de peruanos intolerantes, posiblemente alcoholizados, unas pobres personas que no le han ganado a nadie y que canalizan sus frustraciones a través del insulto. ¡Inexcusable! Confiamos en que sobre ellos caiga todo el peso de la ley.
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