Alianza Lima 2019
Entre el variopinto panorama futbolístico nacional resalta el representativo color azul y blanco de un equipo que afloró hace 118 años. De extracción popular y representativo de la raza morena peruana, que para este 2019 afrontará retos tanto del torneo local como los partidos ante poderosos clubes en la Copa Libertadores.
Un renovado cuadro blanquiazul que nos deslumbró en la Noche Blanquiazul, con una goleada, que pudo ser 5-0, al Barcelona de Guayaquil. Solo esperamos que Affonso se esté quedando una hora más en los entrenamientos pateando penales, o que los laterales se vayan preparando a enfrentar a la velocísima dinámica argentina y carioca. Del mismo modo y sin desmerecer al gran Leao, a Gallese no la han traído solo para firmar autógrafos, la rotación será un espectáculo al ver a dos de los mejores arqueros del momento.
Asimismo, notable Cartagena en esa linda fiesta de Matute, amén de aquella volante con cambios de juego con balones al vacío y de sorpresa, pases largos, o los aun ausentes remates de larga distancia al arco rival; lindo ese fútbol en una nueva era de Alianza Lima, lo cual nos abriga la esperanza de una auspiciosa faena inspirada en un Russo DT con pinta de galán sesentero.
Lo único que sí, ¡por favor! definan, arreglen, mejoren, actúen, hagan algo con ese tema de las barras bravas -horrible los enfrentamientos y vandalismo en Surquillo o en la cuadra 26 de la avenida Brasil-, porque este Alianza Lima no está para jugarlo con las tribunas vacías.
Siendo uno de los más representativos equipos del fútbol peruano, en una era que incluye haber estado en el último Mundial, con la mejor hinchada por igual, ya es hora que los cambios también se den a nivel de las instituciones deportivas y esas lacras no deben seguir inmiscuidas con la careta de hincha cuando en realidad son delincuentes. Vamos Alianza.
