Actuamos hoy o podría no haber vuelta atrás

Aquel que no está preocupadísimo por la gran convocatoria de Antauro Humala en Andahuaylas, vive en otro planeta. Miles de peruanos sin memoria y absolutamente desilusionados de Castillo y su podredumbre apoyan al asesino Humala, incondicionalmente. Hay quienes absurdamente piensan que la entrevista de Fernando Rincón en CNN, en la que le recomendó una evaluación psicológica, vale decir, lo llamó loco, es suficiente para sacarlo de carrera y hundirlo políticamente ante los ojos del Perú. Evidentemente no. ¿Acaso no conocen al elector peruano? ¿Al equivocado elector del Sur que aún apoya a Castillo y que fue capaz de votar por un delincuente como Cáceres Llica para GR de Arequipa? ¿O al elector que vota por el más radical porque la pobreza y las carencias lo consumen? Desafortunadamente, hay demasiados peruanos que piensan que no tienen nada que perder.

7 de cada 10 niños en Puno son anémicos y esta triste realidad se refleja en casi todo el Perú. Hay mucha ayuda, sobre todo internacional, pero no llega a los menores. Recientemente, más de S/ 1M destinados a un programa de anemia en Tambopata fueron malversados por la municipalidad provincial. En febrero último, el director del colegio Franz Tamayo Solares en Comas fue condenado por distraer dineros destinados a Qali Warma. Este dramático flagelo se repite reiteradamente y ni la Defensoría ni la Contraloría tienen la capacidad para detectarlos oportunamente. La corrupción está embalsada en el país, liderada por el cínico ocupante de Palacio de Gobierno.

Según una reciente encuesta del INEI, los índices de anemia de los niños de 6 a 35 meses de edad son alarmantes y están subiendo, lentamente, pero subiendo: Selva (50.1%) Sierra (47.5%) y Costa (34.3%). Nadie se vuelve anémico en 24 horas, pero la tendencia es muy preocupante. ¿Qué país puede ser viable si la mitad de su población tiene un cerebro infradesarrollado en la infancia temprana?

Qali Warma beneficia a más de 4M de escolares, especialmente en zonas rurales, pero siempre que asistan al colegio. Algunos caminan hasta tres horas para llegar, con el estómago vacío y enfrentando las inclemencias del clima. Por ello, aplaudo la iniciativa liderada por Luciana Puente y el programa “En bici al cole” que busca acortar la deserción escolar originada por las enormes distancias entre las viviendas y los colegios en zonas rurales. Las tres horas se convierten en 30 minutos y el pedaleo permite cargar pequeñas baterías adheridas a las bicicletas que luego usan en sus hogares para procurarse energía. Es un ejemplo admirable pero la dimensión es muy pequeña porque se financia de donaciones particulares. Desafortunadamente, los empresarios no son muy generosos y programas estatales similares nunca han tenido éxito porque los fondos siempre se quedan en el camino.

Una de las soluciones más eficientes para que los pequeños agricultores logren escapar de la trampa de la pobreza es generar conectividad. Nuestra endiablada geografía, especialmente en la zona altoandina, impide un fácil acceso a las poblaciones rurales o que éstas logren conectarse con pequeños mercados. La carencia de infraestructura es un grave problema que está sobrediagnosticado en el país. La cantidad de estudios y análisis son directamente proporcionales a la incompetencia de las autoridades. Hay dinero, la mejor alternativa es pedir ayuda internacional. Firmar convenios de gobierno a gobierno y ejecutar. De lo contrario, seguiremos condenados ad-infinitum.
El crecimiento de la hambruna en América Latina ya se advertía antes de la pandemia y la guerra, hoy la cruda realidad alcanza a más de 16M de peruanos en inseguridad alimentaria y el número podría seguir creciendo. ¿Soluciones? Hoy mismo.

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