Acatar las recomendaciones

Las medidas que ha ido tomando el gobierno, luego de haberse adoptado el estado de emergencia nacional, han contado con la aceptación ciudadana, aun cuando se han debido ajustar su aplicación en razón a las experiencias que se ha tenido que enfrentar en cada caso, a consecuencia, fundamentalmente, del mal comportamiento de personas irresponsables que no tomaron conciencia de la gravedad de la crisis que estamos viviendo. Y no acataron las medias de no circular, por ejemplo, cuando no les era necesario hacerlo. Vivimos horas de excepcional experiencia. El enemigo contra el cual nos enfrentamos es un virus invisible que no sabemos dónde está. Y ha ocasionado miles de muertes y de personas infectadas en todo el mundo.

En este tipo de escenario, que es inédito en nosotros, debemos extremar todas las medidas preventivas necesarias. Para ello el apoyo y concurso de todos nosotros es indispensable. Sólo nos basta seguir con las indicaciones de las autoridades que, por competencia, tienen a su cargo la conducción y ejecución de las políticas y estrategias más pertinentes en estos casos. Por drásticas que nos pudieran parecer. Bien vale el sacrifico personal si de por medio se encuentra el bienestar del resto de la población. Y, sobre todo, el cuidado de la salud, frente a la amenaza de una verdadera pandemia sanitaria como la ha considerado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es encomiable la labor que vienen realizando los médicos, enfermeras y todo el personal de salud; bomberos, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, trabajadores y ejecutivos de los servicios básicos e indispensables que permiten que la atención en los centros mayoristas, en los mercados de abastos, en las cadenas de farmacias, en los servicios de agua y electricidad, entre otros, otros se encuentren debidamente cubiertos y atendidos, para evitar mayores sacrificios de nuestra población que se halla en cuarentena.

Mención aparte merece la labor que vienen cumpliendo los medios de información masiva, que de manera unánime se han puesto la camiseta de Perú para sumarse a esta gran campaña nacional que debemos enfrentar contra este virus que ojalá sea derrotado en el menor tiempo posible y sin mayores costos de vidas humanas. Los medios masivos tienen la particularidad de informarnos de los hechos en tiempo real. Tienen el enorme poder de persuadirnos a la calma, sobre todo en momentos de crispación social. Para ello sus mensajes presentados con prontitud y pertinencia tienen un inmenso valor.

Sin embargo queremos llamar la atención de algunos de estos mensajes que en ciertos medios se nos viene presentando sin mayor rigor ni cuidado, como cuando tocan el uso de las mascarillas, por ejemplo, generando dudas y confusión en la población que no sabe a qué atenerse. Mientras las imágenes, en la televisión, muestran a reporteros y policías con mascarillas, instando a trabajadores de un mercado y a personas que acuden a él, por ejemplo, a que lleven puestos la mascarilla, expertos médicos en la materia, señalan que no es necesario su uso masivo y que sólo se recomienda a quienes presentan síntomas de tener fiebre, dolor de cabeza o tos persistente. Lo deseable es que exista un solo mensaje para que todos permanezcamos tranquilos.

Sobre el particular dice el Ministerio de Salud que el uso de la mascarilla “no protege de una eventual contaminación del virus Covid-19 y que la principal medida para prevenir cualquier infección respiratoria es el lavado de manos con agua y jabón, por 20 segundos y de manera recurrente”. En consecuencia, no hay motivo para su uso masivo, y menos para provocar su desabastecimiento en el mercado. Otro caso es el de los mensajes por las redes sociales. Son nada confiables, por lo cual es mejor ni tomarlos en cuenta, salvo que se conozca bien la fuente de dónde provienen

Juez Supremo