A propósito de las protestas que se vienen dando en estos días, bueno es recordar las que las antecedieron en el pasado reciente.
Ricardo León Dueñas
Hace 33 años, un lejano sábado 12 de septiembre de 1992 fue capturado Abimael Guzmán Reinoso (1934-2021), líder de la organización terrorista, marxista, leninista y maoísta Sendero Luminoso, hecho acontecido en el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000). Todos los peruanos celebramos alborozados la captura del mounstro.
Con la nueva “puesta en escena” del caso de Nicanor Boluarte —y el reaparecido ministro Juan José Santiváñez— volvemos a apreciar una figura penal absolutamente prostituida en el Perú: la de organización criminal (también lo es la de lavado de activos), y lo es por los fuegos artificiales con que policías, fiscales y jueces altamente politizados actúan endiosados por una prensa venal y tendenci
¿Saben por qué la Comisión de la Verdad y Reconciliación fue un fracaso? No solo porque se hizo con apresuramiento, sin la necesaria perspectiva histórica que solo la da el tiempo, sino por su incuestionable sesgo ideológico izquierdista-progre. Finalmente, no hubo ni verdad y menos reconciliación.
El Ejecutivo debe promulgar la ley que ha enviado el Congreso de la República para la amnistía a los militares que lucharon contra el terrorismo en el periodo 1980-2000. Resulta inaceptable que se continúe procesando judicialmente a quienes nos libraron de ese flagelo que sufrimos todos los peruanos de manos de la insania de organizaciones criminales de ultraizquierda en dicho periodo.
Nunca nos cansaremos de señalar cómo la argolla progre-caviar sigue controlando el sistema de justicia en nuestra frágil democracia.
El domingo 29 de junio el Perú entero se estremeció con la noticia de la espantosa muerte de José Miguel Castro, principal testigo y colaborador del caso de la exalcaldesa de Lima, la izquierdista Susana Villarán, confesa receptora de coimas de las multinacionales brasileñas envueltas en el mayor escándalo de megacorrupción de la historia latinoamericana: el caso Odebrecht.
No es para nada novedad que, desde hace un muy buen tiempo, el Ministerio Público está capturado por una argolla progre-caviar que hace y deshace a su regalado gusto, habiendo politizado en grado extremo una institución cuya misión consiste en prevenir y perseguir el delito, defender la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses públicos tutelados por la ley; representar a la sociedad,
1.- Celebro que se haya inaugurado el nuevo aeropuerto Jorge Chávez, bienvenida la inversión privada, pero lamento y me indigna la cuestionable decisión de los típicos burócratas que pululan en el Estado de impedir que el “antiguo” aeropuerto siga operando. En el Perú NO sobra infraestructura, menos una especializada y que fuera remodelada hace unos pocos años.
A pocos de cerrarse la inscripción final y definitiva para conocer quiénes serán los candidatos a la presidencia en la elección del 2026, la derecha (o lo que puede llamarse como tal) está enfrascada en peleas sin sentido. No solo están divididos, bueno fuera solo eso, no, tienen un enfrentamiento que va desde la descalificación más gruesa hasta el agravio personal.
Y bueno, mejor no pudo ser la elección del Sumo Pontífice. Fallecido Francisco, surgieron algunos nombres que se voceaban para sucederlo, entre ellos algunos conservadores, otros no tanto, pero al final prevaleció —en un cónclave relativamente corto— el que fuera obispo de Chiclayo, Perú (2015-2023), el cardenal norteamericano nacionalizado peruano Robert Francis Prevost.
La muerte de Francisco abre un gran signo de interrogación con relación al futuro de la Iglesia católica. El cardenal argentino jesuita Jorge Mario Bergoglio Sívori, quien fuese elegido papa en marzo de 2013, deja un legado importante para una religión que la profesan cerca de ¡1,400 millones de personas en el mundo! Un papa polémico para algunos y venerado por otros.
Lima es una megalópolis que tiene alrededor de 12 millones de habitantes en aproximadamente 2,700 km2, una de las más grandes aglomeraciones urbanas de América Latina. Siendo la capital del país, concentra cerca de un tercio de la población del Perú. Es incuestionablemente el centro del país, concentrando la inmensa mayoría de la actividad política, económica, financiera, social y cultural.
En una zona del mundo donde los huracanes son moneda común y corriente, viene ocurriendo uno de categoría máxima. El huracán Donald J.
Malos días para los rojos/progres/caviares y socialconfusos en el Perú… y en el mundo. Empezaremos por resaltar la invitación del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, a la juramentación de su segundo período gubernamental a los principales líderes mundiales de la derecha conservadora y liberal, entre ellos el alcalde metropolitano de Lima, Rafael López Aliaga.
Muchos nos preguntamos qué pasará en las elecciones presidenciales del 2026… si es que llegamos a esa fecha. Pasa incuestionablemente por saber si el muy frágil gobierno de Dina Boluarte se sostiene hasta acabar su período (2021-2026), y eso solo lo saben nuestros bienaventurados congresistas, quienes hoy —incuestionablemente— soportan a un Ejecutivo muy endeble.
Como nunca antes se ha visto, el país asiste a una guerra político-judicial sin cuartel. Un sistema judicial absolutamente colapsado, compartimentado y enfrascado en un abierto enfrentamiento entre las entidades que lo componen y en donde todos hacen lo que les da la gana.
No soy médico ni cirujano plástico, por tanto, no pretendo dar lecciones ni de tal profesión ni menos aún de esa especialidad. Soy tan solo un modesto abogado que algo ha leído sobre una operación de rinoplastia. Es una intervención quirúrgica menor de naturaleza ambulatoria que dura cerca de dos horas. Por lo general, no es necesaria la anestesia general; usualmente se hace con una local.