Pedro Castillo y su corte del Ejecutivo actúan, manifiestamente, bajo la incapacidad moral. El mandatario es nulo en tomar decisiones y lleva al país al desbarranque más agudo de su historia. Su objetivo, imposible negarlo, es ampliar la cuota de poder de Sendero Luminoso. Lo ha logrado a vista y paciencia de un buen sector de la clase política.
Mariella Balbi
Lo que comienza mal termina mal, reza el dicho que calza como anillo al dedo para el gobierno de Pedro Castillo. Nombró a Guido Bellido, de Perú Libre, como Premier y este fue agresivo, misógino y conflictivo; además de promover, sin vergüenza alguna, una Constituyente, confundiendo las tareas del Ejecutivo con las partidarias.
El gobierno de Pedro Castillo se impuso con fraude. Cada día transcurrido ha sido aciago y nefasto para el Perú. Sendero Luminoso infiltró el aparato del Estado vía Pedro Castillo. Cuenta con seis congresistas firmantes del Movadef.
Desde hace un buen tiempo cayó un hechizo macabro sobre todos nosotros. Propició que seamos obcecados, cortos de vista y muy pero muy ilusos o necios. Un sector del país, azuzado por el odio al fujimorismo, miró con enorme satisfacción que el caco de Martín Vizcarra cerrara el Congreso, al que denigró previamente. Lo vitorearon, celebraron con su licor favorito.
Algunos ingenuos, otros necios, creen que al cancelar Pedro Castillo la brevísima asesoría de Ricardo Belmont significa que el mandatario puede cambiar. Por supuesto, bajo la tutela de la izquierda caviar que sueña con un gobierno rosadito.
Que el dólar baje 21 céntimos es bueno, aunque el descenso no será franco ni sostenido. Peor aún, los precios no bajarán como el atribulado consumidor quiere. Enfrentar a los comerciantes con los consumidores –como quiso el ex-Premier Bellido– es inútil cuando el balón de gas está a 54 soles.
Resulta chocante comprobar que hay quienes tienen esperanza en el nuevo gabinete. Es como creer que el sol sale de noche.
A los personajes nombrados, con su Bermejo más, les friega que les digan ‘terrucos’, ‘tucos’, senderistas, Movadef y tanta otra palabra tóxica que nos dejó la cruel y dolorosa experiencia de Sendero Luminoso (SL) y el MRTA. Pero ellos, junto con la mayoría de la bancada de Perú Libre (PL), nos muestran de manera ostentosa un pensamiento ‘tuco’.
La etología aún no encuentra pruebas fehacientes sobre el suicidio en los animales, probablemente porque estos no tienen capacidad de discernir sobre su existencia. Los seres humanos y las sociedades que integran –los países– sí optan por la autoeliminación.
Son evidentes los vínculos del mandatario Pedro Castillo, del Premier Guido Bellido, del ministro de Trabajo Íber Maraví, y de varios congresistas de Perú Libre (PL) con Sendero Luminoso (SL), que para efectos prácticos es lo mismo que el Movadef y el Sute-Conare, hoy reconocido como Fenatep.
Impedir el sostenido avance senderista es la tarea actual de los demócratas. La presencia de este grupo subversivo que sumió al Perú en la destrucción y el atraso fue clara en el periodo electoral y hogaño es una realidad grosera e inaceptable. En nuestras narices, el senderismo usa todas las bondades de la democracia sin creer en ella.
A Pedro Castillo Terrones le friega que lo califiquen de gobernante inepto. Si el mote se extiende es porque su incompetencia y su incapacidad son ya legendarias. Ciertamente, esa apreciación compartida por la mayoría de la población se basa en la minusvalía de Castillo para dirigir el país.
Es comprensible que haya parlamentarios propensos a darle la confianza a este repudiado gabinete. Emprendieron una carrera política, siempre difícil, principalmente en obtener el voto ciudadano. También influye que Vizcarra, en su afán de destruir el sistema político, prohibiera la reelección.
No es un gobierno legítimo, ganó con fraude y con la complicidad de un JNE sordo a los cuestionamientos de la oposición, negándose a mostrar los padrones. La última encuesta de Ipsos indica que Castillo tiene 36% de aprobación. Incluso quienes votaron en blanco o lo respaldaron ya no lo quieren.
Vladimir Cerrón y el polémico premier Guido Bellido fueron incluidos en la investigación por lavado de activos a “Los dinámicos del centro”. La pregunta cae de madura: ¿por qué no se incorpora a Pedro Castillo, a Dina Boluarte y a Perú Libre?
Cuando el economista izquierdista Pedro Francke se retiró dando un portazo de la reunión con su tocayo Pedro Castillo, se descartó su participación en el gabinete del Premier Bellido. Escuchamos tambores de guerra contra el nuevo régimen desde el sector ‘caviar’ y su prensa. Pero el disgusto duró poco.
La accidentada juramentación a medianoche de un gabinete cojo sorprendió por la tardanza y las idas y venidas conocidas. Un papelón. La prohibición a la prensa de ingresar al recinto y transmitir el desmadre que ocurría es alarmante. Nuevamente Perú Libre (PL) y su mandatario atentan contra la libertad de información, garantía esencial de toda democracia.
Pedro Castillo iniciará su gestión agujereado, como el dólar. No se dispara más por el chorro de divisas que subasta el BCR: en este 2021, más de US$ 5,000 millones. Inflación 3%, desempleo fuerte que no mejorará con un gobierno marxista-leninista y mariateguista.