ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Alejandro Tudela Chopitea

Imagen

...

Hace un tiempo advertimos lo que los expertos repiten y nada ha cambiado o mejor dicho, la cosa sólo empeora.

El desgobierno castillejo que impera en el país hace que suene a burla sangrienta el primer artículo de la Constitución que establece que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo del Estado.

El frustrado atentado contra la vicepresidenta y senadora argentina Cristina Fernández de Kirchner le ha venido a pelo al ocupante de Palacio que redobla su estrategia de victimización y ataque contra el sistema de justicia, en especial contra la Fiscalía de la Nación y el Ministerio Público.

Ciertamente, no sorprende la campaña de desprestigio desatada desde el oficialismo y adláteres contra la fiscal de la Nación (FN) y contra todo el accionar del Ministerio Público que combate la corrupción del poder castillejo y su camarilla.

Tal vez un buen ejemplo que explique la insoportable prolongación de la grave crisis política que sufre el Perú fue lo visto en un programa de TV reciente.

No pretendemos ni por asomo borronear una suerte de “Vidas Paralelas” al estilo de Plutarco, e incluso dudamos de que el gran historiador griego de haber vivido en estos turbulentos tiempos siquiera se hubiese interesado en semejantes “personajes”, en especial de nuestro esperpéntico ocupante de Palacio.

La farsa o burla al país fue en varios actos. El primero, con la insólita carta de “puesta a disposición del cargo” que envió el inefable jefe del gabinete que, por lo menos, tiene saber que el cargo de cualquier ministro siempre está a disposición, lo que es una perogrullada y que, si de verdad se iba, lo que correspondía es la renuncia y a otro con el cuento.

Podríamos repetir lo borroneado en la columna anterior: Faltan, por cierto, los votos para acabar con este desgobierno y aunque parece que cada día se necesitarían menos la pregunta va por otro lado.

En el 2002, Venezuela tuvo la ocasión de librarse de la tragedia chavista en la que está sumido desde hace veinte años. Lo que empezó con un par de paros nacionales y movilizaciones ciudadanas derivó al final en un Caracazo cívico-militar que puso al régimen de Chávez al borde del precipicio y a éste casi en la escalinata del avión que lo deportaría lejos de la Patria de Bolívar.

Hace casi veinte años, el TC dictó una sentencia histórica que interpretó y desarrolló la forma en la que el Parlamento debía aplicar los procedimientos de control político a los altos funcionarios aforados, en especial en materia de la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral; el juicio político por infracción constitucional y el antejuicio como prerrogativa funcional a fin de ha

Que el país se encuentra en riesgo con este desgobierno de turno que no da pie con bola en la gestión pública, no es novedad.

Por si acaso el titular no se refiere a una de las tantas clasificaciones como el índice de Desarrollo Humano o ranking similar.

El titular resulta benigno ya que no siendo psicólogo, psiquiatra ni curandero, preferimos dejar el diagnóstico del sujeto de estos borrones a los expertos. Igual, cabe adelantar la pregunta: ¿la ineptitud en el habla y la supina falta de ilación lógica en la expresión del pensamiento puede ser causal de vacancia o de inhabilitación en el cargo? (¿?).

Eso nos dijo un buen y reconocido amigo español sin dar más señas para no complicarlo. Es que desde el extranjero se ve con asombro el descalabro al que marcha el Perú en manos del régimen castillejo y su camarilla, mientras se observa con desconcierto la incapacidad e indolencia de las fuerzas democráticas llamadas a rescatarlo por la vía constitucional.

Somos parte de la inmensa mayoría de peruanos que califica al gobierno de turno el peor de la historia republicana, por lo menos desde el siglo XX en adelante. Por ello, no dudamos de que es un DESGOBIERNO al que hay que darle salida por la vía constitucional.

Para los que tuvimos algún cargo o vinculación con el Ministerio Público allá por los años 1980, su década fundacional como organismo constitucional autónomo, será siempre deplorable la progresiva decadencia y pérdida de prestigio y de confianza ciudadana que fue perdiendo con posterioridad su cabeza, la Fiscalía de la Nación.

No es novedad que el Desgobierno de turno nos lleva hacia el precipicio en medio de una dramática coyuntura mundial que obscurece aún más el presente y futuro de la República.

Si una fotografía o imagen vale más que mil palabras, la caricatura no se queda atrás. La publicación de una reciente reproduce a quien ejerce de primer mandatario declarando: “Solo el Presidente de la tesis bamba podrá solucionar el problema de Las Bambas”. La cosa resultaría graciosa sino fuese patética y vergonzosa para el país.

PUBLICIDAD