ÚLTIMA HORA
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Aaron Salomón

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Periodista.

La zurda antiminera Mirtha Vásquez renunció a la Presidencia del Consejo de Ministros recién cuando Avelino Guillén dimitió al Mininter, tras tener un encontronazo con el nada santo excomandante general de la PNP Javier Gallardo.

“El Perú no es su escuela para aprender a ser presidente”, le espetó el periodista de CNN Fernando del Rincón a Pedro Castillo, quien se la ha pasado diciendo en los últimos días que no es político y que nadie lo entrenó para ocupar el cargo que ahora ejerce penosamente.

El presidente de la República, Pedro Castillo, no pierde la oportunidad, cada vez que sale al extranjero, de invitar a los empresarios a invertir sin miedo en el Perú. La exhortación de Castillo se da ante la terrible proyección del Banco Central de Reserva acerca de que la inversión privada no crecerá en el año 2022 (0%).

Los periodistas que apoyaron el proyecto político de Pedro Castillo hoy chillan por la sentencia de dos años de prisión suspendida por difamación en contra de Christopher Acosta por escribir el libro ‘Plata como cancha’ acerca de César Acuña, aliado de Castillo.

El casi octogenario ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Torres, aprovecha cada entrevista para atacar a la prensa que viene destapando la cochinada del Gobierno de Pedro Castillo. En su última aparición, dijo que el profesor rural no daba entrevistas porque algunos medios de comunicación buscaban emboscarlo para que suelte cualquier barrabasada.

Al día siguiente de que el dominical Panorama revelara que el empresario Samir Abudayeh ganó un contrato millonario (US$ 74 millones por la venta de biodiésel) con Petroperú tras reunirse con Pedro Castillo, desde Palacio de Gobierno activaron una cortina de humo aprovechando la pandemia de la covid-19.

Los caviares -y sus socios comunistas de turno- pretenden censurar a la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva (Acción Popular), por supuestamente pedirle a diputados españoles en Madrid que emitan un pronunciamiento señalando que Pedro Castillo era un mandatario ilegítimo.

Mientras escribo esta columna, aún ni siquiera se debate la admisión de la moción de vacancia contra Pedro Castillo por incapacidad moral permanente. Sin embargo, me temo que no se alcanzarán los 52 votos necesarios para que el profesor rural -o su abogado- dé la cara por las sombras de su gobierno ante el Congreso, ya que no quiere ofrecer declaraciones a la prensa.

La incapacidad moral de Pedro Castillo ha quedado confirmadísima al revelarse que se reúne de forma clandestina con empresarios, congresistas y ministros en esa casa del jirón Sarratea, en Breña, que usaba durante la campaña electoral y que hoy funciona como su despacho informal. Su “oficina 2”, al mejor estilo de la corrupta constructora Odebrecht.

Desde este espacio y de manera burlona, se advirtió lo que hoy padecemos: la roja Mirtha Vásquez, no obstante sus buenos modales, es igual de radical que Guido Bellido.

El 14 de noviembre del año pasado, miles de jóvenes equivocados -y hartos del torpe encierro por la pandemia de la covid-19- se movilizaron en las calles a reclamar por un golpe de Estado que jamás existió, salvo en la mente afiebrada de los morados, mendocistas y demás hierbas.

El presidente de la República, Pedro Castillo, ha incurrido en el delito de tráfico de influencias por intentar que sus amigotes coroneles Ciro Bocanegra Loayza y Carlos Sánchez Cahuancama asciendan a generales de división.

Pedro Francke declaró -suelto de huesos- que le picaba el ojo y le hincaba el hígado ver autos lujosos de 200 mil dólares por la calle.

Finalmente, el economista se quitó esa careta de “moderado” con la que engañó a muchos ingenuos que no recordaban que este es tan rojo como su jefa Verónika Mendoza.

Después de varios insufribles meses desde que se inició la pandemia, el último fin de semana me reuní -por fin- con mis amigos del colegio para hacer deporte. Tras pelotear un rato, celebramos el reencuentro brindando con unas cuantas cervezas. En medio de la alegría, saltó, como era de esperarse, el tema político a discusión.

El doble rasero de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, es monumental.

La flamante titular del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, señaló que, por el “momentito”, la administración del presidente Pedro Castillo no tiene como prioridad la instalación de una asamblea constituyente para redactar una nueva Carta Magna.

Conocí a Pedro Castillo -sin sombrero- allá por el año 2017, cuando el díscolo profesor lideraba la huelga magisterial -de la facción del Conare-Movadef- que casi hizo que los estudiantes pierdan el año. Yo trabajaba entonces como reportero en el diario Correo y conversé varias veces con él acerca de sus intenciones.

La vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, afirmó -el último fin de semana- que “la madre del cordero” es cambiar la Constitución, a fin de modificar el capítulo económico de esta. Los zurdos de Perú Libre pretenden que el inútil y corrupto Estado vuelva a ser empresario, tal y como ocurrió en el desastroso velascato.

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