Charo Arroyo, periodista y correctora, revela secretos muy bien guardados, su mirada irradia nostalgia, el café pide licencia para enfriarse y el corazón entibia acelerado.
De la oralidad ritual ancestral a la palabra escrita hay un salto y una colisión, donde idioma y cosmovisión precisarán de estrategias que hagan resurgir el canto.
"El mundo que se avecina no es el mundo que dejamos atrás, pero estará conformado por lo que nosotros hacemos, lo que somos, y lo que soñamos", escribió.