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Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre

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Fecha Publicación: 05/06/2021 - 21:10
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Celebramos hoy, en algunos lugares, la fiesta de la Solemnidad del Corpus Christi, otros la han celebrado en el transcurso de esta semana. La primera lectura del libro del Éxodo nos presenta a Moisés contando al pueblo todo lo que había hecho el Señor, todos sus mandatos. Edificó un altar, es decir hizo una alianza. Dios quiere hacer una alianza con nosotros en este día en donde se proclama que Dios es el único, y que todo aquel que sirve a Dios será feliz.

Dios existe, mira tu vida, tu historia y verás a Dios, verás que te ama, que ha dado la vida por ti y hace esta alianza para que seas feliz. Es en esta alianza en donde el Señor viene a hacernos fuertes, no débiles. Un hombre débil es aquel que no cree en Dios y se va detrás del mundo, que está a favor del aborto, de la eutanasia, y de la ideología de género; eso no es humano, no es cristiano. Por eso respondemos: “haremos todo lo que manda el Señor”. Hoy es muy importante obedecer al Señor, no prescindir de Él, la sangre de la alianza del Señor nos fortalece.

Respondemos con el Salmo 115: “Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre, te ofreceré un sacrificio de alabanza”. Esto es lo que Dios quiere, que nos ofrezcamos alabando al Señor.

La segunda Palabra de la Carta a los Hebreos nos dice: “no usa la sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino que ofrece su propia sangre”. Eso es lo que ha hecho Jesús: ofrecerse a sí mismo. Ofrezcámonos nosotros mismos para la edificación de un Perú mejor, auténtico, verdadero y reconozcamos los cimientos que han hecho los santos y el patrimonio histórico y cultural del Perú en medio de nosotros.

“Yo soy el pan vivo bajado del cielo”, dice el cántico del Aleluya, “quién coma de este pan, vivirá para siempre”. El Señor quiere que vivamos para siempre, ¿Qué es lo que quiere? Que ofrezcamos nuestro cuerpo y nuestra sangre, es decir, nos ofrezcamos a nosotros mismos para hacer un Perú distinto. Preguntan los discípulos a Jesús: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar la cena de la Pascua? El Señor dice: En una sala grande. Hermanos, acudamos a la iglesia a celebrar la Eucaristía, a pedirle al Señor que nos dé su Espíritu, su cuerpo y su sangre para transformar nuestro Perú. Dice el Señor: “mi sangre es la nueva alianza derramada por todos, el que beba mi sangre y coma de mi cuerpo está anunciando el reino de Dios”. Por eso hermanos, anunciamos el reino de Dios, que es el amor al hombre como es.

Hermanos, os deseo a todos unas buenas elecciones, no os olvidéis de votar por el más cristiano, el más auténtico, que es el que renovará y dirá la verdad al Perú.

Ánimo, rezo por ustedes.

+ Con mi bendición episcopal

Mons. José Luis del Palacio Obispo E. del Callao