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Y el aventurero se queda solo

Fecha Publicación: 26/08/2019 - 22:00
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Hasta hace unas pocas semanas parecía que M. Vizcarra, sucesor del renunciante ex presidente Kuczynski, estaba muy acompañado en sus presiones al Congreso para que los proyectos de ley que comenzó a presentar desde julio de 2018, le sean aprobados tal cual estaban planteados: con sospecha de no aprobación o aprobación tardía por el Consejo de Ministros, errores, vacíos, repeticiones y hasta contraposiciones.

Es más, en sus presiones para que en caso de reforma constitucional, se interrumpa el proceso de formación de la ley y se convoque a referéndum para completarlo. En diciembre de 2018, para satisfacer a M. Vizcarra y sus acompañantes de aventura reformista, se gastaron decenas de millones de soles para que se agregue el referéndum en las 15 regiones en que habría segunda vuelta para elegir al gobernador.

Se gastaron también decenas de millones de soles para organizar el referéndum en las 11 regiones donde no habría tal segunda vuelta regional. Muchos millones más en viajes al interior del país del presidente y sus ministros -comitiva y portátil incluidas-, así como en avisaje estatal, consultorías y hasta en los denunciados centros de troles de apoyo al Gobierno, para hacer campaña, abierta o velada, a favor de la supuesta “reforma de justicia” y “reforma política”. La pomposa “reforma de justicia”, aprobada en diciembre de 2018, ya demostró su ineficacia y está nuevamente bajo estudio en el Congreso.

La pomposa “reforma política” resultó sólo en la no reelección congresal (unánimemente criticada por constitucionalistas y politólogos, salvo los contratados por el Gobierno) y alejó al Perú de normas que rigen en la mayor parte del mundo. Animado por tales espejismos de victoria y pese –o quizás debido- a que el contexto macroeconómico es complicado, el mandatario se atrevió también a plantear adelanto de elecciones generales (presidenciales y congresales).

Esta propuesta inicialmente captó el entusiasmo de algunos, sobre todo de quienes serán siempre aliados naturales de todo aquello que dañe al sistema democrático. Sin embargo, a medida que se han ido conociendo actos de claudicación funcional del primer servidor del país (concretamente la irresponsable tratativa del 24 de julio con autoridades de Arequipa), su voluntad de mantenerse en el poder más allá del 2020 y solo buscar -¿con ayuda?- un nuevo Congreso que le permita reformar la Constitución para su provecho personal e ideológico, los iniciales acompañantes han ido desmarcándose de esa irresponsable aventura y hasta poniendo en evidencia su entraña egoísta y dañina para los intereses del país. Ojalá el solitario aventurero entre pronto en razón!