¿Y dónde hace la pichi Namín Timoico?

Lima Airport Partners ha buscado la peor manera de hacer frente a un problema real de la sociedad –sobre todo en el ámbito internacional– como son los trans. Una usuaria de los baños de la sección internacional del aeropuerto se quejó a la administración de LAP porque en el baño de mujeres –y también en el de hombres– había un letrero que anunciaba que aquel que se identificara como mujer podía entrar al baño de señoras y viceversa con los hombres.

El letrero no corresponde, sino que a una respuesta ideológica de la así llamada “igualdad de género”. No resuelve para nada el otro problema aún más importante, el de una mayoría que podría sentirse incómoda por la presencia de una persona ajena a su sexo, pero afín a su “género”.

En efecto, LAP, en vez de buscar una salida práctica a un problema real optó por el camino ideológico amparada en normas internacionales y sentencias de ultramar que aseguran estar vigentes en virtud de que los tratados firmados por el Perú los incorpora a su legislación nacional.

Es tan absurdo como si a la entrada de los baños de marras hubieran puesto las sentencias de la CIDH, la ONU y los comunicados de la Defensoría del Pueblo. ¿Resuelve eso el problema? Obviamente NO. En realidad, ambas partes tienen sus puntos. Las madres que reclaman contra la presencia de trans en los baños de mujeres porque alegan que el solo hecho de sentirse mujeres o decirlo aún estén vestidas de hombre los podría dejar entrar al baño de mujeres.

Bien podría, dicen, colarse un pervertido como sucedió en aquel colegio de Huancayo donde un hombre se vistió de colegiala para entrar al colegio y fue descubierto causando la ira de los padres de familia. Esa es una posición atendible. La otra es ¿dónde hace la pichi Namín Timoico, por ejemplo? ¿En el baño de hombres o en el de mujeres? Por qué habría que hacerle pasar la humillación de terminar en el baño de hombres a alguien que en puridad es más femenina que muchas mujeres vulgares y deslenguadas y que no tiene ni pene ni testículos.

Como el lector puede ver, si nos sacamos las anteojeras ideológicas vamos dándonos cuenta de que la sociedad y sus agentes deben buscar soluciones prácticas a problemas reales antes de poner la ideología, venga de donde venga, como remedio. Lo que cabe en el aeropuerto es habilitar un tercer baño privado para todo aquel que no quiera tener algún inconveniente en los baños de mujeres o de hombres por las razones que fuese.

El solo hecho de que LAP quite el letrerito ideológico y habilite un baño privado como el que se sugiere pondría las cosas en su sitio y decantaría la pichi en el baño correspondiente.

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