¿Vuelve la subversión?

No es un buen recuerdo. En la década de 1980 estremeció el terrorismo. Fue coincidente con las elecciones de 1980; en Chuschi (Ayacucho) quemaron las ánforas y las cédulas de votación. Sendero Luminoso en adelante inició “una lucha armada” en provincias de Ayacucho y la extendieron a Apurímac y Huancavelica llegando hasta Lima. A partir de 1983 los ataques no se limitaron al campo. Se perpetraron ataques contra infraestructuras eléctricas en Huancayo, Huancavelica, Lima. Derribaron las líneas de alta tensión ocasionando apagones; colocaban coches bomba y se producían asesinatos, paros armados. La gente vivía en permanente temor.

Sendero Luminoso fue consecuencia del fraccionamiento de la izquierda peruana (Partido Comunista Peruano y después Partido Comunista del Perú - Patria Roja, Partido Comunista del Perú - Bandera Roja y otras). Captó estudiantes universitarios en Huamanga y Lima (La Cantuta y San Marcos). En San Marcos la mayoría de alumnos vivían en constante temor. Coparon direcciones de sindicatos del personal administrativo, quienes hacían paros continuados. Anunciaron la organización de acciones para la toma final de Lima. Lamentablemente las autoridades no hacían frente a esas acciones y hasta las subestimaban. Un Presidente de la República las calificó de “abigeos” y no las enfrentó. En San Marcos, en los años 80 algunos alumnos que los enfrentaron fueron objeto de represalias clandestinas para cundir temor y pánico entre el estudiantado. Las nuevas generaciones no las han vivido.

Los adultos menores de 35 años viven otra realidad política. Los gobiernos de los últimos lustros no lograron consolidar la economía ni la democracia. En este lapso los políticos que se autodenominaron “democráticos”, si bien algunos mejoraron la situación económica y permitieron las inversiones empresariales que generaron fuentes de trabajo remunerado, pero entre los “gobernantes” electos explotó la corrupción (conocida el 2013 en Estados Unidos); comenzaron a investigarla el 2016 en el Perú. Los electos al Ejecutivo y Legislativo no provenían de la “izquierda” porque esta quedó minimizada a nivel nacional. Los últimos gobiernos lamentablemente no han sido eficientes ni han cuidado con consolidar la economía nacional produciéndose la informalidad y la pobreza.

El electo presidente el 2021, por dedicarse a las confrontaciones con sus opositores políticos en el Congreso, no resolvió los problemas nacionales, lo que ha desprestigiado al sector izquierdista. El “autogolpe de Estado” que se dio el presidente Pedro Castillo pretende ser utilizado por las “huestes extremistas” provenientes de Movadef para generar convulsiones políticas y pretender resucitar políticamente.