Vota por el futuro, no por el pasado
La clave central de la profunda crisis por la que atraviesa el Perú es, qué duda cabe, la corrupción.
Mientras este flagelo no sea erradicado persistirán grandes males como la creciente y pavorosa inseguridad ciudadana y la injusticia flagrante existente en un sistema judicial infestado de corruptos que venden su alma al diablo por un plato de lentejas y el uso y abuso de los recursos del Estado, que pertenecen a todos los peruanos, por cuellos blancos asaltantes del erario público que siguen operando con total impunidad.
No nos engañemos: aun cuando se ha avanzado en forma importante pero con graves errores en los últimos dos años con el escándalo de Lava Jato, poco o nada se ha hecho para eliminar de raíz los oscuros tentáculos que han trabajado de la mano con los ex presidentes de la república que, como señal de vergüenza, adornan hoy nuestra reciente historia republicana con sus corruptos negociados.
Sí tenemos, en cambio, viejas maquinarias electorales, que llevan la chapa de partido y que son parte integral de la corrupción sistémica, empeñadas en reciclarse ofreciendo hacer lo que nunca hicieron y lo que nunca van a realizar: luchar contra la corrupción.
Con humildad pero con orgullo, el único partido que ha tomado el toro por las astas en este tema trascendental para la República es Perú Nación en la inteligencia de que cualquier medida que se adopte para erradicar la corrupción jamás será ejecutada por los propios corruptos.
Por eso, hemos planteado la creación del Consejo Nacional de Moral Pública destinado a funcionar inicialmente como un órgano de control externo del Poder Judicial, la Fiscalía y la Policía Nacional para botar a los corruptos: mientras esas instituciones estén llenas de sinvergüenzas no habrá justicia ni seguridad en el Perú.
Está lógica elemental no ha sido comprendida o, más bien, no quiere ser entendida en su esencia por los viejos mercaderes de la política criolla porque finalmente atenta contra sus propios intereses vinculados a antiguas redes de funcionarios públicos que han colaborado y siguen haciéndolo para cubrir actos de latrocinio con el Estado que arrojan un promedio de 20 mil millones de soles anuales mientras que su incompetencia ha provocado que, en los últimos cinco años, retornen al Tesoro Público un promedio de 23,520 millones de soles no ejecutados de Presupuesto de la República en un escenario en el que el déficit de infraestructura escolar del Estado es de 100 mil millones de soles y laSalud sigue manteniendo un presupuesto mínimo.
Por eso, te pido que votes por el futuro que encarna Perú Nación. Para realizar la Revolución Pacífica, llevando el pueblo al Congreso y terminando con desvergonzada injusticia.
(*) Presidente de Perú Nación
Presidente del Consejo por la Paz (con licencia)