Voluntarismo gubernamental en precios de combustibles
Ante el alza de precios de los combustibles, el gobierno decidió el pasado 3 de abril eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a gasolinas y gasoholes de 84 y 90 octanos, así como el petróleo diésel 2 en todas las versiones que se comercializan. Voluntarismo sin resultados tangibles.
Sustento mi afirmación analizando dos productos; el gasohol de 90 octanos (GHOL90), que representa el 56% del consumo de todos los gasoholes y el diésel 2 con 5% de biodiésel y 50 partes por millón de azufre (D2B5S50), que entre los combustibles líquidos -sin incluir el GLP- es el de mayor uso, el 61% del total.
Con la norma de eliminación del ISC (DS-068-2022-EF), esperaban una reducción de 1.37 soles/galón en el GHOL90 y 1.76 soles/galón en el D2B5S50, lo que no ha ocurrido. La respuesta gubernamental ha sido de severas críticas a la concentración empresarial -monopolios le llaman erradamente-. No se ha hecho análisis en el Ejecutivo de lo que está pasando.
En el caso del GHOL90, el precio entre el 3 de abril y el 2 de mayo se incrementó en 0.30 soles/galón, por tanto, el máximo descuento debió llegar a 1.46 soles/galón, pero se quedó en la cadena de distribución, es decir entre el almacenamiento del productor o importador y el expendio al público en las estaciones de servicio.
En el D2B5S50, la situación fue diferente, en el mismo periodo de tiempo citado, el precio se incrementó en 2.10 soles/galón, superando en 0.34 soles/galón al descuento esperado. Siendo un producto muy sensible por el transporte interprovincial de carga y pasajeros, se le ha compensado mediante el Fondo de Estabilización de Precio de Combustibles, con 10.9 millones de soles en abril pasado. Esperamos que cuando la cotización disminuya permita la recuperación a productores e importadores, para que no se convierta en costo a la caja fiscal.
Los vaivenes del precio en los carburantes pueden se manejados en un mercado de formación por oferta y demanda, atenuando el impacto en el consumidor y en el fisco, solo si se tiene un diagnóstico de la cadena de distribución y herramientas para sancionar las malas prácticas de mercado. En este proceso hay una serie de actores intermedios cuya accionar puede ser monitoreado, cosa que no existe aquí ni por asomo.
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