Vizcarra está notificado

Estamos hartos de sus mentiras, Vizcarra. Reiteradamente usted y quienes le rodean dan falsas explicaciones sobre la lucha contra la pandemia, manipulan cifras, cuentan medias verdades sobre la cooperación internacional, defraudan a las autoridades regionales y municipales y, sobre todo, abusan del pueblo.

Debió convocar al Comando Conjunto de las FF.AA. bajo la norma constitucional, pero creó un “comando de lucha” inútil, sin liderazgo, planeamiento dirección y organización de las acciones. Absurdo en un país disfuncional donde solo los militares tienen todas esas capacidades más la posibilidad de llegar logísticamente a los extremos de la patria.

La gestión deplorable de ministros como Zeballos, Zamora, Montenegro y Alva, únicamente dispendia el dinero público, recorta las garantías constitucionales, ensucia con ideologías de extrema izquierda la política sanitaria y libra a su buena suerte a los peruanos con la infestación de rebaño.

Bajo la falsedad de que ya estábamos llegando a una meseta en la curva de la pandemia, se está dejando criminalmente que se salve quien pueda y que muera aquel que no tenga capacidad de ser atendido por el Estado.

Y grotescamente, usted, Vizcarra culpa a informales y a pobres por salir a la calle pese a la cuarentena, para ganarse la vida con desesperación. Retórica miserable de atacar a los más desposeídos cuando se ha fracasado por pésima planificación en el reparto de dinero fácil del Estado y cuando jamás se ha estructurado un plan realista para atenderlos.

Sus políticas nefastas Vizcarra le han quitado fuerza de autoridad a militares, policías y a los médicos peruanos, mientras tras cortinas se incremente la corrupción que va desde el pago escandaloso a Odebrecht, las pésimas compras de emergencia, la injustificable llegada de “médicos cubanos”, la compra absurda de un avión policial, los extraños pagos a Swing, su amigo personal, y el incremento del subsidio a la prensa genuflexa.

Parlamentarios de opereta (esos mismos que han permitido la vejación de cuatro diplomáticos extranjeros en el caso de los peajes) le ha dado la venia al Gabinete. Pero el repudio del pueblo lo sentirá usted Vizcarra, cuando la inminente y violenta explosión social mueva el cimiento republicano. La desconfianza ya no solo es sobre el Covid-19 sino también sobre cómo se ejecutará la reactivación económica de los más pobres para quienes no hay ayuda, sino solo represión y olvido, pese a que son 70 % del pueblo. Está notificado Vizcarra, cambie o habrá probablemente un baño de sangre.