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Vizcarra, devuélvame mi país

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Fecha Publicación: 31/05/2019 - 22:20
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Vizcarra responsabiliza al Congreso de todo mal, cuando debería agradecerle la presidencia. El apego del Legislativo a la Constitución lo llevó a Palacio de Gobierno cuando Pedro Pablo Kuczynski renunció al cargo, sepultado por las pruebas que lo vinculaban a la corrupción de Lava Jato, entre otras. Lamentablemente el gris ingeniero -por el que nadie votó- arribó a Palacio con sangre en el ojo contra el Congreso y el fiscal Chavarry, y es que como ministro de Transportes y Comunicaciones fue interpelado por el Legislativo por el caso de las lesivas adendas del contrato de Chinchero; y Chavarry fue quien investigaba el asunto.

Escribió Manuel González Prada: “cojamos al ente más inofensivo, otorguémosle la más diminuta fracción de mando, y veremos que instantáneamente, como herido por una vara mágica, se transforma en un déspota insolente y agresivo”. Así ha sucedió, por desgracia, con Vizcarra, trocado hoy en enemigo del Estado de Derecho, de la república y de lo que nos queda de democracia y unidad entre peruanos. Antepone sus sed de revancha a las necesidades del país. Agita las banderas anticorrupción como si fuese impoluto, cuando carga a cuestas: Chinchero, haber sido apoderado de GyM, amén de proveedor de Conirsa donde Odebrecht tenía mayoría y haber presionado al ex contralor Edgar Alarcón para que emitiese un informe favorable a Chinchero, a cambio de mayor presupuesto para la Contraloría, como se escucha claramente en audios filtrados en 2017.

El presidente accidental debería empezar su lucha anti-corrupción renunciando a un cargo desde donde solo daña e intenta dividir. La pobreza y la anemia han crecido, la economía está estancada, el turismo receptivo cayó varios puntos, la imagen internacional está deteriorada por sus constantes amenazas de cerrar el Congreso, se han activado varios conflictos socio-ambientales, campea la inseguridad y un largo etcétera negativo.

La ecuación de Vizcarra es pueril: “estás conmigo o contra mí”, solo así se explica la persecución y hasta encarcelamiento de sus adversarios políticos. La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori lleva presa "preventivamente" más de doscientos días, sin acusación; y el presidente Alan García Pérez tomó su propia vida tras un aberrante montaje en su contra.

Vizcarra el gris, cree que gobernar consiste en confundir, gallear y mentir. Delira al pensar que recibirá aplausos si cierra el Congreso. ¿No vio que la marcha #ConMisHijosNoTeMetas, fue multitudinaria y a la convocada para chillar a favor del cierre del Congreso fueron cuatro gatos?

¡Devuélvame mi país!