Victoria y Mylo

Hace 6 meses tuve que decirle adiós a mi mejor amigo, a mi leal Suerte, un perrito enfermo que rescatamos en pandemia. Tener a Suerte me hizo estar mas atenta con la legislación vigente en nuestro país relativa a la protección contra el maltrato animal, y me di con una terrible realidad: la poca conciencia que como sociedad tenemos sobre el tema.

Escuchar decir que “hay temas mas importantes que tratar” o que “un animal no siente como un ser humano”, es la evidencia mas clara de la insensibilidad y de la poca empatía que tenemos con seres tan indefensos.

Desde el 2016, nuestro país cuenta con la Ley Nro. 30407, “Ley de Protección y Bienestar Animal” cuya finalidad es garantizar la vida, la seguridad y la salud de las diversas especies de animales en cautiverio.

Esta norma resulta muy importante porque establece los deberes tanto de las personas como del Estado en relación al abandono y crueldad que puedan sufrir los animales. De otro lado, contamos con la Ley 31311, que prioriza la esterilización de perros y gatos la cual cuenta con diversos mecanismos que deberían de activarse para impedir que casos como el de la pequeña Victoria se repitan una y otra vez.

Victoria, así la hemos llamado, es una perrita preñada que rescatamos el pasado domingo en el mercado de Balconcillo con ayuda del serenazgo de La Victoria, mientras estaba siendo arrastrada por una mujer indigente y en evidente estado de ebriedad. Ella ahora está a salvo en las manos de la misma veterinaria que atendió el caso del perrito pug acuchillado.

Ahí, muy pronto parirá a sus ocho crías. Como responsables de la perrita, sabemos que queda un largo camino por delante con su esterilización y el proceso de adopción de los cachorritos.

Bajo el marco legal vigente, urgen campañas de nacionales y masivas de esterilización de perros y gatos, programas de educación comunitaria para sensibilizar y enseñar las normas, activar los mecanismos intersectoriales de articulación porque el abandono animal es un problema vinculado a la salud pública, y la respuesta no es el envenenamiento masivo, otro acto inhumano y cruel que debe ser debidamente sancionado. De acuerdo a cifras del MINSA, en el Perú hay seis millones de perros callejeros, como Mylo un perrito abandonado en el mercado de Pucallpa, que pasó por varios hogares temporales en Lima, y que su rescatista hizo de él una historia viral en TikTok.

El abordaje debe ser integral. Los gobiernos regionales deben constituir un comité de protección y bienestar animal que articule con los sectores, albergues y las asociaciones de rescatistas debidamente registradas y acreditadas, fomentando conciencia y sensibilización frente al abandono animal, sus prohibiciones y sanciones, entre todos los miembros de la comunidad. Hoy, Mylo y Victoria son parte de nuestra familia, y no hay mejor regalo, que dos naricitas frías en época de Navidad.

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