Viaje frustrado
El Pleno del Congreso de la República rechazó la autorización de la presidenta Boluarte para salir del país del 24 al 28 de abril a fin de participar en las exequias de Su Santidad el papa Francisco, en la Santa Sede. De acuerdo con el oficio enviado al presidente del Poder Legislativo, Eduardo Salhuana, “La presencia de la señora presidenta de la república en las honras fúnebres del Sumo Pontífice constituye un gesto de respeto, gratitud y cercanía del pueblo peruano con la Santa Sede y con el legado pastoral y humanitario del papa Francisco. Conforme a los lineamientos de nuestra política exterior, el Perú debe mantener una presencia política en los acontecimientos que resulten gravitantes para el escenario internacional, aún más cuando hay una cercanía como con la Santa Sede”, señala el documento firmado por Boluarte y el presidente del Consejo de Ministros.
Salhuana consideró que “Es una petición atendible, somos un país católico y de fe, compartimos el mismo continente con el pontífice fallecido, de nacionalidad argentina”, e indicó que, “En el concierto de la comunidad de naciones, la presencia de la presidenta resulta importante, y el permiso es del jueves 24 hasta el lunes 28”, sentenció. Sin embargo, el Congreso de la República no aprobó el viaje: el pedido obtuvo 40 votos a favor, 45 votos en contra y 1 abstención.
Durante el debate, Diego Bazán de Renovación Popular dijo sentirse avergonzado por este tipo de solicitudes y que haya tenido que abandonar sus labores en semana de representación para tratar un tema lamentable, como es el fallecimiento del papa, en cuyas exequias el Perú debe estar, pero representado por el ministro de Relaciones Exteriores. Susel Paredes dijo que “es increíble” que pretenda ir a Roma, a un ritual muy importante; pero no es posible que se quiera ir, “cuando aquí tenemos seis muertos diarios, cuando aquí no hay negocio, ni chico ni grande, que no sufra de extorsiones”.
Finalmente, Norma Yarrow, también de Renovación Popular, manifestó que “lo que está haciendo (Boluarte) es un acto de soberbia, porque a las 11:08 de la noche llega una carta al Congreso de la República para que se le apruebe esta salida del país para que represente al Perú en las exequias del Santo Padre”.
En la conferencia de prensa, tras la sesión del Consejo de Ministros, Adrianzén indicó: “Esta noticia de la denegatoria del Congreso a la autorización del viaje de la señora presidenta a mí me desconcierta, porque no se trata de una simple actividad protocolar, se trata de la concurrencia de la jefa de Estado, quien personifica a la nación, que es católica”, agregando: “Ella iba a rendir homenaje a una persona que tanto bien le ha hecho al Perú. A mí me parece que no deberíamos mezclar o confundir las cosas cuando se habla de inseguridad o la crisis que vivimos. Ya que podría ir a las exequias del Santo Padre y luego regresar. No es un viaje de placer, ni mucho menos. En relaciones internacionales, estos gestos son muy importantes”.
Por su parte, el canciller Elmer Schialer afirmó que era indispensable que la mandataria representara al Perú ante el Vaticano, afirmando: “Por tanto, la respuesta es clara: sí, era necesario que la presidenta estuviera presente. Así lo reconocen el derecho internacional y las costumbres diplomáticas, que asignan al mandatario la representación oficial de su país en actos de esta envergadura”.
Cabe precisar que en el derecho internacional las formas prevalecen, algo que los congresistas desconocen.
(Artículo publicado desde Alemania).
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