Venezuela y el futuro de la región
Con el rechazo del Consejo Permanente de la OEA a la resolución que exigía transparencia al gobierno de Venezuela sobre las muy cuestionadas elecciones del 28 de julio, se desnudó una verdad: el dominio de los países del Caribe por parte de Venezuela, Cuba y el México de López Obrador.
Esto se evidenció cuando dichos países estuvieron ausentes o votaron en contra. Para efectos prácticos, la mayoría de dichos países ya no responde a Occidente, sino al bloque de China, Rusia, Irán y Corea del Norte, al que también pertenecen algunos países de la región.
Este tipo de votaciones se repetirán en otros asuntos de importancia, por lo que se debería tratar de incentivarlos para que cambien de bando, o se opta por una solución estructural.
Por otro lado, en Venezuela, luego de que el mismo grupo ha permanecido 25 años en el poder, el principal problema dista mucho de ser ideológico, sino que ha evolucionado a un sistema mafioso, en el que cada uno busca que sus ambiciones personales prevalezcan sobre lo que necesita el país.
Así, en el 2020, el Departamento de Justicia de EE.UU. investigó e imputó a diferentes miembros del gobierno venezolano por dirigir la narco-organización denominada “Cartel de los Soles”. Y aquí reside uno de los impedimentos principales para lograr que Maduro deje el poder.
Aun en el hipotético caso en que él decidiera dejarlo, muchos de los que conforman el entorno del dictador venezolano tratarían de impedirlo, porque esa sería la puerta de entrada para que los investiguen y enjuicien por las numerosas violaciones al ordenamiento legal vigente.
Otro impedimento es que mientras Maduro cuente con el apoyo de las Fuerzas Armadas venezolanas, es muy poco probable que deje el poder.
Sin embargo, no es que la unidad de dichas fuerzas sea monolítica, sino que debe haber diversos oficiales de mandos intermedios que podrían ser incentivados para que dejen de apoyar al mandatario venezolano.
Es por ello que, a la par de las movilizaciones internas de venezolanos, se deben ejecutar otras acciones complementarias, como elevar a “niveles atractivos” la recompensa por Maduro y sus principales secuaces. En una entrevista, el CEO de una importante empresa privada de seguridad manifestaba que si subían la recompensa a $ 100 millones, ellos estarían interesados.
Un factor a favor de Maduro es el apoyo, no solo político sino de todo tipo, de China, Rusia e Irán, directamente o a través de sus socios regionales, como Cuba, Nicaragua y Bolivia. Sin olvidar al Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla y todas sus variantes.
Por otro lado, a diferencia de los países asiáticos (Japón, Corea del Sur, Singapur, etc.) que tienen un admirable sistema educativo, una sólida posición económica y una disciplina asiática, en América Latina no solo no tenemos los factores mencionados, sino que todavía seguimos enganchados en debates ideológicos del siglo pasado. Esta situación hay que atribuirla al Foro de Sao Paulo y a sus integrantes.
Debates ideológicos que no se dan en otras latitudes, ya que están más involucrados en los retos de la modernidad y en mantener sus niveles de competitividad.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.