¡Vela cayó en su trampa!
Apremiado por culpar al Apra y Fuerza Popular de toda la trama de corrupción armada por empresas como Odebrecht, su consorciada Graña y Montero, politicastros como Toledo, Humala, PPK, e innumerables ministros, burócratas, ganapanes, periodistas y empresarios venales que han estafado por millones de dólares a los peruanos, el fiscal Rafael Vela Barba cayó en su laberinto labrado alrededor de defender un pacto artero suscrito con Odebrecht para exonerarla –al igual que a sus dueños y representantes, acá y en Brasil– de ser procesados y pagar las indemnizaciones que correspondan al brutal daño que le han ocasionado al Perú.
Vela Barba, como su partenaire Domingo Pérez son, hoy por hoy, zares del Ministerio Público. Su fortaleza estriba en el poderío que han acumulado. Al extremo que son capaces de imputar a cualquier ciudadano bajo aquella celada de pertenecer a alguna organización criminal. Quizá a eso se debe el vergonzoso sometimiento del presidente Vizcarra a esta dupla de catones. No olvidemos que este mandatario interrumpió una visita de Estado a Brasil, retornando apresuradamente a Lima para hacer proselitismo político contra el entonces fiscal Pedro Chávarry porque había removido a la pareja Vela-Pérez. Recordemos, asimismo, que Vizcarra tiembla por su participación en el cuestionado affaire del aeropuerto Chinchero; por su desempeño como ex apoderado de Graña y Montero; por su cercanía al Club de la Construcción; y por su paso por el gobierno regional de Moquegua. Pero la dupla Vela-Pérez no solo cuenta con el apoyo incondicional del mandatario. También está respaldada por una indescifrable fiscal de la Nación –más parece mito que realidad– y secundada por todo un coro periodístico de propietarios de medios arruinados que maman del Presupuesto Nacional a través de la corruptora publicidad estatal. Y finalmente a Vela-Pérez lo garantiza un grupete de ONG, financiadas desde el exterior para imponerle al Perú políticas neosocialistas.
Pero la mentira tiene patas cortas. Tras un semestre de intensísima campaña política y mediática defendiendo su pacto con una empresa criminal –repetimos, eximiéndola de toda condena, igual que a sus dueños/ejecutivos, a cambio de que proporcionasen información sólo sobre cuatro de no menos de setenta obras que han ejecutado– hasta hace dos días atrás Vela alegaba que Odebrecht le prometió no haber sobornado en alguna otra obra. Sin embargo apareció la denuncia del portal La Posta –integrante del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación ICIJ– demostrando que Vela mintió. O, al menos, que hizo un trabajo infame. ¿Por qué? Esta es la pregunta del millón. Resulta que hasta ayer lunes el ICIJ confirma que Odebrecht efectuó pagos de la Caja 2 por US$ 7 millones correspondientes a múltiples proyectos jamás incluidos en el pacto fariseo Vela-Pérez-Odebrecht.
¿Cuál fue la reacción de Vela? El domingo reconoció que supo esta noticia ¡hace tres semanas! ¡Cayó en la trampa! Si fue así, debió advertirle a la magistrada encargada de “homologar” el acuerdo fariseo que no lo convalide, evitando con ello que un pacto falsario quedase oleado y sacramentado. ¡Como ya ocurrió! Vela tiene muchísimo que explicarle entonces a la Justicia.