Vayamos tachando candidatos

La campaña electoral para el 2026 ya está calentando motores y eso se nota en la mayor presencia de próximos candidatos en los medios. Considerando que en esta ocasión tendremos un número récord de candidatos de los cuales escoger, será particularmente importante que definamos temas que no son negociables. Debemos estar atentos.
Por suerte, algunos de estos candidatos nos la ponen fácil. Como, por ejemplo, esta semana, cuando el señor Roberto Chiabra, aspirante a la presidencia por la alianza Unidad Nacional, que une esfuerzos del partido que él fundó (Unidad y Paz) y del partido histórico conservador PPC, dio una entrevista en la que defendió el nefasto gobierno revolucionario de Velasco Alvarado.
Antes de comentar su verdadera posición, debemos aclarar que nos encontramos en esa etapa del ciclo político en el que los izquierdistas del país niegan ser de izquierda. Y es que cada cierto tiempo el país reconoce que el personaje político que promovieron fue un desastre y que claramente quiso imponer políticas de izquierda y no funcionaron. Entonces, los que lo apoyaron lo disimulan diciendo que él no era realmente de izquierda. Y los demás que andan por ahí negando ser de izquierda.
Esto pasó después de Ollanta Humala, pasó después de Susana Villarán y pasa ahora después de Pedro Castillo.
Quizás por eso el señor Chiabra haya sentido la necesidad de insistirnos una y otra vez que él no es de izquierda. Como en mayo del año pasado, cuando comentaba que la presidenta Dina Boluarte era de izquierda y que “por eso estamos así”. También cuando nos dijo que era derecha, tan derecha que solo postularía con una derecha unificada. Esto lo dijo en abril del 2022. Y en abril del 2024, cuando anunció oficialmente su intención de postular, en una entrevista en RPP dijo que lo haría con una plataforma de centro. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Qué es? ¿Es de derecha?
Nadie de derecha defendería a Velasco Alvarado para criticar a Augusto Pinochet. Partamos de que este redujo la pobreza en Chile. Velasco nos dejó con más pobreza que como nos encontró y con una economía en crisis. Chile, en cambio, pasó a ser una potencia regional.
¿Que nada de eso excusa las matanzas y las desapariciones? Bueno, pues, Velasco también las tuvo. El Limazo y la rebelión de Huanta deberían ser suficiente para tacharlo también. ¿O lo va a defender alegando que “nosotros matamos menos”?
¿Es de centro? Vamos, ¿quién cree aún que existe el centro? A continuación, nos va a pedir que escribamos nuestra carta a Papá Noel y que pidamos deseos a las estrellas fugaces.
Si algo he aprendido de elecciones pasadas, es que aquellos que se llaman de centro, terminan arrimándose al maoísta mariateguista leninista.
Entonces, ¿es de izquierda? Como decía al comienzo, esos son los que niegan su posición para poder tener un futuro político. Y que se niegue a condenar a Velasco por el desastre que hizo bien podría estarlo comprobando.
¿En qué estaba pensando el PPC al aliarse con este señor?

Por Hans Rothgiesser

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