Vamos a crear cárceles migratorias

Desde que esta violenta migración que ha cambiado la vida de cientos de miles de peruanos y asoló las puertas falsas y desprotegidas del país, Migraciones ha realizado diversos procesos de regularización de ilegales, que solo (-> corrección: “sólo” lleva tilde solo si hay ambigüedad; en este caso, no la hay) benefició el ingreso de cientos de miles de delincuentes con sus familias.
Además, ha tenido el efecto de poner en la palestra del negocio del tráfico de migrantes al Perú como país débil, fronteras abiertas y fácil de penetrar y permanecer sin ningún tipo de control. Ante problemas grandes, debemos dar soluciones contundentes ante el incremento de la población venezolana en el Perú en situación ilegal, por haber ingresado por uno de los 137 “huecos” de acceso a nuestro país por Piura, donde se filtra el tráfico humano y quedan sueltos en nuestras calles sin ningún tipo de control.
En abril del 2023, a través del Decreto Supremo 003-2023-IN, Migraciones inicia el proceso que le da carta libre para que esta delincuencia sanguinaria que ha llegado con esta migración destruya (-> corrección: “destruya” en lugar de “destruya” si estuviera mal escrito, pero en este caso estaba bien) la vida de los peruanos. Regularizó a miles de inmigrantes ilegales y “actualizó” los documentos vencidos; este proceso culminó en noviembre de 2023.
Ahora bien, los resultados de estas políticas diseñadas por Migraciones y sus cabezas fueron devastadores para la vida y seguridad de los peruanos, ya que dieron inicio a un gran descontrol migratorio, incentivaron (-> corrección: concordancia verbal: “dieron inicio” / “incentivaron”) su ingreso de forma fácil y sinvergüenza. Todo esto se debe a la porosidad de las fronteras y la corrupción en Migraciones y la PNP.
Este incremento del flujo migratorio, perjudicial para el país, procedente de Venezuela, también se reflejó en un aumento de actos delictivos protagonizados por venezolanos y, posteriormente, en el incremento de presos de esa nacionalidad en las cárceles peruanas. Hasta diciembre de 2017 solo había 50 venezolanos en las cárceles, que eran el 3 % de la población penitenciaria extranjera. A mediados del 2025, ya hay más de 5500 presos extranjeros, de los cuales más de 4500 (90 %) (-> corrección: espacio entre número y símbolo de porcentaje) son de nacionalidad venezolana. Este ingreso violento muestra que, para el año 2024, los delincuentes venezolanos ya se encontraban en 63 de los 68 penales del Instituto Nacional Penitenciario. Es decir, el masivo e ilegal ingreso, que en todas sus aristas invitaba a migrar a Perú, provocó la rápida expansión de la población venezolana dedicada a la delincuencia. Esto ha llegado, prácticamente, a todas las regiones del país, y no solamente a las grandes ciudades. Este es el principal problema de criminalidad y cero seguridades para los peruanos.
Migraciones ha invertido 7 millones para “formalizar” a los extranjeros cuyos documentos estén vencidos. ¿Qué resultados tangibles ha demostrado Migraciones? Su política de integración no sirve y es perjudicial para los peruanos. Necesitamos ubicar a los irregulares en espacios militares para ordenar el país.

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