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Uso del agua y leche en el café
El café ha vuelto a ser el tema de la agenda de investigadores y defensores del medio ambiente, pues según nuevos estudios su alto consumo, que llega a unos 2,250 millones de tazas al día en el mundo, estaría impactando al ambiente.
Ello se debe a que desde la siembra hasta que se consume, se utiliza gran cantidad de agua. Matos (2020) aseveró que en el proceso de una taza de espresso se usan unos 140 litros de agua. También si se le combina con leche la huella de carbono o el CO2 que emite sube de 280g a 410g para el latte y 550g de CO2 si es un capuchino (Maslin y Nab, 2021).
En el caso de las máquinas más especializadas que necesitan de las cápsulas de aluminio, el impacto es mayor, pues según Fernández (2021) por minuto 13,500 cápsulas se eliminan, creando unos 7,000 millones de plástico que tardarán un siglo en degradarse.
Como se aprecia, tomar café con leche impacta de alguna manera a nuestro ecosistema. Es por ello que diversos países de la Unión Europea han dado medidas disuasorias para el uso de estas cápsulas al contener plástico aplicándoles impuestos, pero a la vez se fomenta el consumo de leche vegetal, que impacta menos al medio ambiente. De allí que existen campañas novedosas que han logrado que estas leches (soya, almendras, coco, avena y arroz, entre otras) se posicionen en el gusto del cliente. Un ejemplo es España, donde este tipo de leches está presente en un 45% de los hogares. Los especialistas calcularon que si se consume este producto vegetal se ahorran 250 litros de agua y menos emisiones de CO2.
Cada vez más existen iniciativas para aumentar la oferta de productos alternativos al origen animal. La marca Alpro es una de ellas por su amplia variedad de bebidas vegetales. Pero también existe una responsabilidad personal y es por ello que debemos mantener ciertas acciones para contribuir a que este impacto sea menor. Por ejemplo se ayuda al medio ambiente si se consume un poco menos de café, se reutiliza o reciclan los envases de café vacíos y sus tapas, los residuos de café son buenos para hacer compost, también al preparar el café de la manera tradicional se impacta menos y si es posible llevar un termo o una taza al comprarlo en los restaurantes o cafeterías. Todo depende de nosotros.