Urgente, mejorar los servicios de inteligencia

La extorsión, chantaje, intimidación, rapto y asesinatos ya son imparables a pesar de los esfuerzos policiales y las denuncias y peticiones públicas con protestas y movilizaciones colectivas para que se combata a los delincuentes. Ni siquiera la realización de la APEC ha frenado a los malhechores. Simultáneamente, aprovechándose de la importancia para el Perú de la APEC, los mineros ilegales han efectuado –y continúan– bloqueos de carreteras, causando severos problemas no solo a las autoridades, sino también a las poblaciones (impiden que camiones con mercaderías y alimentos lleguen a las ciudades). ¡Estamos viviendo tiempos espantosos! ¿Qué está fallando?
Evidentemente, pese a los esfuerzos policiales, no logran ubicar a las bandas criminales ni a sus “cabecillas”, ni descubren anticipadamente los actos delincuenciales que proyectan. Los servicios de inteligencia para combatir la delincuencia, que son función de la PNP, deben fortalecerse con suficientes presupuestos para mejorarlos e incrementar el número de policías especializados. Para tal efecto, en el presupuesto anual, el Congreso debe incrementar las partidas destinadas a que la PNP sufrague el aumento de policías especializados debidamente capacitados en servicios de inteligencia.
Simultáneamente, al incremento de los servicios de inteligencia para combatir la criminalidad, debe fortalecerse la presencia policial en todo el país para que continúen enfrentando a los delincuentes que hurtan, roban, asaltan, estafan, extorsionan, chantajean, intimidan, raptan y asesinan, así como a los que trafican con personas y drogas, entre otros delitos, ya sea en calles, carreteras, establecimientos o viviendas, utilizando o no vehículos. ¡Es innegable que la PNP está combatiendo a la delincuencia!
Es, además, necesario que los magistrados, fiscales y jueces a cargo de acciones penales, en sus respectivas funciones, no dilaten los procesos a su cargo ni “resuelvan” los casos otorgando libertad condicional o bajo “otras” justificaciones. Los detenidos por la Policía, que son puestos a disposición del fiscal y denunciados al juez, si “obtienen” libertad, vuelven a las calles a delinquir. Es fundamental evitar que los casos prescriban por la lentitud en procesar a los delincuentes.
Otros hechos que deben implementarse inmediatamente son:
Que los delincuentes detenidos y/o procesados devuelvan los bienes de sus agraviados y paguen la reparación civil; en caso contrario, no deben salir en libertad, aunque hayan cumplido su pena sentenciada.
Dado que los detenidos y/o sentenciados son sostenidos gratuitamente en las cárceles por el Estado, debe establecerse legalmente que todos ellos sufraguen su mantenimiento con salarios fruto de su trabajo en centros productivos, que deben crearse en todos los establecimientos penitenciarios.
Es indispensable superar el hacinamiento de las cárceles mediante la edificación de nuevas instalaciones, preferentemente en alturas andinas.
Instalar en las cárceles equipos que eviten transmisiones telefónicas con el exterior.

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