ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Unión civil = matrimonio para personas del mismo sexo (II)

Imagen
Fecha Publicación: 02/12/2024 - 22:20
Escucha esta nota

Lamentablemente, quiero pensar que por distracción y no con afán de sorprender, al momento de presentarse las iniciativas de Unión Civil en 2022 y 2023, e incluso hace unos días durante y después del breve debate en comisión, se argumentó que esa iniciativa (que encubre el objetivo estratégico de lograr “el matrimonio gay”, aunque por táctica se presenta con el disfraz de meramente patrimonial) era similar a la de Sociedad Solidaria que yo presenté en marzo de 2014.
Mi iniciativa legal –proyecto N.º 3273/2013, que había anunciado en debate público en 2011–, fue aprobada en comisión luego de intensa deliberación; pese a estar lista para su debate en el Pleno, no fue vista por el máximo órgano decisorio del Congreso de la República al no ser del gusto de los humalistas y sus aliados, que sí gastaban energía –con Nadine a la cabeza, incluso exponiendo a sus menores hijas– en favor del aborto, además de presunta gran corrupción.
Aquella iniciativa, que volví a plantear en noviembre de 2020 como proyecto N.º 6636/2020, recogía los aportes recibidos sobre el proyecto inicial y en modo alguno buscaba crear un remedo de matrimonio ni confundirse con esta institución natural reconocida constitucionalmente, ya que estaba pensada en situaciones en que personas tuvieran decidido acompañarse, cuidarse mutuamente, compartir gastos, transmitirse beneficios pensionarios que de otra manera quedarían en el sistema, etc., sin que necesariamente existiera entre ellas una relación afectiva con connotación sexual.
Por ello, la Sociedad Solidaria podía aplicarse incluso a hermanos, además de amigos. Fue justamente un caso concreto de solidaridad entre hermanos lo que generó en mí la idea de plantear dicha regulación. Ahora bien, aunque a algunas personas ello no les agrade o incluso les genere preocupación, injustificadamente, nada impedía que personas del mismo sexo, con una relación afectiva de connotación sexual, pudieran también acogerse a la Sociedad Solidaria. Incluso en respeto de su libertad, para tal acogimiento no necesitaban etiquetarse como gays, lesbianas, etc.
De haberse aprobado hace ya más de una década la Sociedad Solidaria, muchos casos de real necesidad patrimonial se hubieran beneficiado. Penosamente, como señalé la semana pasada en la primera parte de este artículo, hay cierto activismo agresivo, antagónico y castrante de toda alternativa que no sea la que ellos han abrazado. Más peligrosa, sin embargo, es la aparente suavidad de quienes se valen de la mentira, del engaño, para pasar, disfrazado de naturaleza patrimonial, lo que es realmente un imposible constitucional y legal.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.