Unidos contra el terrorismo
El terrorismo es uno de los puntos más importantes en las agendas políticas de los Estados occidentales a lo largo de las últimas dos décadas. En la actualidad, la amenaza de grupos extremistas está a las puertas de cualquier sociedad y, por tanto, se hace necesario establecer políticas de control que minimicen su impacto o, de ser posible, su aparición. El terrorismo como fenómeno global actual se encuentra enraizado en el imaginario colectivo de la Sociedad Internacional, especialmente luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y ahora con las atrocidades del Estado Islámico. La lucha contra el terrorismo se ha convertido en una de las banderas dominantes de la política internacional de comienzos del siglo XXI. Uno de los axiomas fundamentales de la sociología histórica es que hay que conocer el pasado para no repetir en el presente los errores de antaño, errores que en realidad fueron horrores, cuando pensamos en el tremendo daño material, moral y económico que ocasionó en el Perú la demencia e insania del terrorismo durante las décadas del ochenta y noventa a manos de los movimientos subversivos Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. La violencia social ha trascendido los esfuerzos, muchas veces lentos y frustrantes, del Estado y la sociedad por fortalecer instituciones públicas que lleguen a todo el país para construir por primera vez una ciudadanía inclusiva de las mayorías excluidas. Debemos considerar que el primer ministro del Perú, Guido Bellido, y el secretario general y fundador del partido gobernante Perú Libre (PL), Vladimir Cerrón, entre otros, serán investigados por el presunto delito de terrorismo, según informó el Ministerio Público. La investigación se encuentra a cargo de la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Lesa Humanidad de Huánuco contra Guido Bellido, Vladimir Cerrón, el congresal de PL Guillermo Bermejo y Alex Pimentel, presunto allegado a los cabecillas de la organización criminal Sendero Luminoso (SL) en el centro del Perú. Debemos tener presente que los grupos terroristas afectan seriamente los derechos humanos de primera generación como el derecho a la vida, la integridad, la libertad, etcétera, pero también otros derechos humanos considerados de segunda y tercera generación como el derecho a la propiedad, el derecho al desarrollo o el derecho a la paz. Existe entonces una íntima relación entre los atentados terroristas, violaciones a los derechos humanos, el derecho a la paz y el desarrollo.
Así las cosas, enfrentar el terrorismo es una obligación del Estado para proteger los derechos humanos de todas las personas.
(*) Escritor y sociólogo. Presidente de IPJ y director de Editorial Río Negro
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